Informaciones
La esperanza de vida en México aumentó 7.6 años entre 1980 y 2005
Lunes, 26 de Noviembre de 2007
Recortes de prensa
Actualmente se ubica en 74.6 años
CONAPO
Comunicado de prensa 35 / 07
México, DF. Jueves 1 de noviembre de 2007
• Entre 1980 y 2005 la mortalidad infantil se redujo en 68 por ciento, al pasar de 52.6 a 16.8 defunciones por cada mil nacimientos
• El grupo de enfermedades que contribuyó en mayor medida al aumento en la esperanza de vida de los mexicanos fue el descenso de las afecciones transmisibles, maternas y perinatales
Entre 1980 y 2005 la dinámica demográfica de la República Mexicana reflejó importantes cambios como consecuencia del rápido crecimiento poblacional que tuvo lugar a principios de la segunda mitad del siglo XX.
De acuerdo con un estudio del Consejo Nacional de Población (CONAPO), en 1980, de las 429 mil defunciones registradas en todo el paÃs, 31.8 por ciento fue causado por enfermedades transmisibles, 45.7 por ciento se debió a enfermedades no transmisibles, 15.8 por ciento a consecuencia de accidentes y lesiones y el 6.7 por ciento restante está mal definido. Para 2005, las defunciones registradas fueron poco más de 484 mil: 13.2 por ciento se debió a enfermedades transmisibles; 74.1 por ciento a enfermedades no transmisibles y 10.7 por ciento a accidentes y lesiones. En 2.0 por ciento de los casos se desconoce la causa de defunción.
Además de las diferencias en la mortalidad por grandes causas, el análisis por sexo y grupos de edad permite apreciar desde otra perspectiva sus niveles y tendencias. En el ámbito nacional se observa un mayor número de defunciones en hombres que en mujeres, lo que puede atribuirse a factores biológicos y sociales.
En 1980, 57.2 por ciento de las defunciones totales correspondió al sexo masculino mientras que sólo 42.8 por ciento al femenino. Si bien se observa un ligero cambio en 2005 (55.1 y 44.9% para hombres y mujeres, respectivamente) sigue siendo marcada la sobre–mortalidad masculina respecto a la femenina.
Aunque la proporción de muertes infantiles descendió de 21.9 a 6.8 por ciento (de 1980 a 2005) en todo el paÃs, el análisis por entidad muestra que estados como Guerrero y Chiapas ocupan el primer lugar en defunciones de menores de un año por causas perinatales y por enfermedades infecciosas y parasitarias, respectivamente.
Los grupos de niños en edad preescolar y escolar, cuyo porcentaje se redujo significativamente, muestra resultados interesantes. Las causas más comunes de mortalidad entre los menores de cinco años, son los accidentes, las anomalÃas congénitas y las enfermedades infecciosas respiratorias e infecciosas y parasitarias. Zacatecas es la entidad que presenta las tasas de mortalidad por accidentes más elevadas en ambos grupos. Asimismo, entre la población en edad escolar persisten las muertes por anomalÃas congénitas y tumores malignos, asà como por enfermedades genitourinarias, siendo Aguascalientes y Tlaxcala las entidades que ocupan los dos primeros lugares a nivel nacional.
La mortalidad entre la población de adolescentes y jóvenes presenta importantes descensos, al pasar de 6.0 por ciento en 1980 a 3.5 en 2005. Las lesiones intencionales, tumores malignos, trastornos mentales, enfermedades genitourinarias y accidentes son las principales causantes de las muertes. Zacatecas, Baja California Sur y Querétaro mantienen los primeros lugares en los decesos por accidentes.
En cambio, las defunciones de las personas adultas maduras incrementaron su peso, que se refleja en el aumento de enfermedades infecciosas y parasitarias entre los varones de 25 a 44 años de edad. Baja California, Quintana Roo y Veracruz son las entidades con mayores tasas de defunción debido a enfermedades infecciosas y parasitarias. El incremento del VIH/SIDA que plantea nuevos desafÃos al sistema de salud se considera la principal causa de este aumento. En el caso de las mujeres, los tumores malignos presentan cada año una mayor incidencia.
En 1980, las defunciones de personas de entre 45 y 64 años de edad representaban 16.9 por ciento, 25 años después este porcentaje aumentó a 22.5 por ciento. Las afecciones cardiovasculares, los tumores malignos, las enfermedades digestivas y la diabetes mellitus originan la mayorÃa de los decesos en este grupo de edad, y los estados que ocupan los primeros lugares de mortalidad por esta causa son Coahuila y Guanajuato.
Los fallecimientos de adultos mayores de 65 años y más tienen un comportamiento semejante al del grupo anterior. En el caso de la diabetes mellitus, Coahuila figura nuevamente en primer lugar, mientras que para padecimientos cardiovasculares, Sinaloa y Nuevo León presentan los mayores niveles en el ámbito nacional.
En términos generales, los cambios observados en los niveles de mortalidad de la República Mexicana se reflejan en el aumento de la esperanza de vida de la población, ya que entre 1980 y 2005, ascendió 7.6 años al pasar de una expectativa de vida de 67.0 en 1980 a 74.6 años en 2005.
Por otra parte, y con motivo de las celebraciones de DÃa de Muertos, de acuerdo con las proyecciones del CONAPO, en 2007 se estima que morirán 509 mil personas, lo que equivale a una tasa de mortalidad de 4.8 por mil, mientras que la tasa de mortalidad infantil (menores de un año) se ubica en 15.7 por mil nacidos vivos.
Comunicado de prensa 35 / 07
México, DF. Jueves 1 de noviembre de 2007
• Entre 1980 y 2005 la mortalidad infantil se redujo en 68 por ciento, al pasar de 52.6 a 16.8 defunciones por cada mil nacimientos
• El grupo de enfermedades que contribuyó en mayor medida al aumento en la esperanza de vida de los mexicanos fue el descenso de las afecciones transmisibles, maternas y perinatales
Entre 1980 y 2005 la dinámica demográfica de la República Mexicana reflejó importantes cambios como consecuencia del rápido crecimiento poblacional que tuvo lugar a principios de la segunda mitad del siglo XX.
De acuerdo con un estudio del Consejo Nacional de Población (CONAPO), en 1980, de las 429 mil defunciones registradas en todo el paÃs, 31.8 por ciento fue causado por enfermedades transmisibles, 45.7 por ciento se debió a enfermedades no transmisibles, 15.8 por ciento a consecuencia de accidentes y lesiones y el 6.7 por ciento restante está mal definido. Para 2005, las defunciones registradas fueron poco más de 484 mil: 13.2 por ciento se debió a enfermedades transmisibles; 74.1 por ciento a enfermedades no transmisibles y 10.7 por ciento a accidentes y lesiones. En 2.0 por ciento de los casos se desconoce la causa de defunción.
Además de las diferencias en la mortalidad por grandes causas, el análisis por sexo y grupos de edad permite apreciar desde otra perspectiva sus niveles y tendencias. En el ámbito nacional se observa un mayor número de defunciones en hombres que en mujeres, lo que puede atribuirse a factores biológicos y sociales.
En 1980, 57.2 por ciento de las defunciones totales correspondió al sexo masculino mientras que sólo 42.8 por ciento al femenino. Si bien se observa un ligero cambio en 2005 (55.1 y 44.9% para hombres y mujeres, respectivamente) sigue siendo marcada la sobre–mortalidad masculina respecto a la femenina.
Aunque la proporción de muertes infantiles descendió de 21.9 a 6.8 por ciento (de 1980 a 2005) en todo el paÃs, el análisis por entidad muestra que estados como Guerrero y Chiapas ocupan el primer lugar en defunciones de menores de un año por causas perinatales y por enfermedades infecciosas y parasitarias, respectivamente.
Los grupos de niños en edad preescolar y escolar, cuyo porcentaje se redujo significativamente, muestra resultados interesantes. Las causas más comunes de mortalidad entre los menores de cinco años, son los accidentes, las anomalÃas congénitas y las enfermedades infecciosas respiratorias e infecciosas y parasitarias. Zacatecas es la entidad que presenta las tasas de mortalidad por accidentes más elevadas en ambos grupos. Asimismo, entre la población en edad escolar persisten las muertes por anomalÃas congénitas y tumores malignos, asà como por enfermedades genitourinarias, siendo Aguascalientes y Tlaxcala las entidades que ocupan los dos primeros lugares a nivel nacional.
La mortalidad entre la población de adolescentes y jóvenes presenta importantes descensos, al pasar de 6.0 por ciento en 1980 a 3.5 en 2005. Las lesiones intencionales, tumores malignos, trastornos mentales, enfermedades genitourinarias y accidentes son las principales causantes de las muertes. Zacatecas, Baja California Sur y Querétaro mantienen los primeros lugares en los decesos por accidentes.
En cambio, las defunciones de las personas adultas maduras incrementaron su peso, que se refleja en el aumento de enfermedades infecciosas y parasitarias entre los varones de 25 a 44 años de edad. Baja California, Quintana Roo y Veracruz son las entidades con mayores tasas de defunción debido a enfermedades infecciosas y parasitarias. El incremento del VIH/SIDA que plantea nuevos desafÃos al sistema de salud se considera la principal causa de este aumento. En el caso de las mujeres, los tumores malignos presentan cada año una mayor incidencia.
En 1980, las defunciones de personas de entre 45 y 64 años de edad representaban 16.9 por ciento, 25 años después este porcentaje aumentó a 22.5 por ciento. Las afecciones cardiovasculares, los tumores malignos, las enfermedades digestivas y la diabetes mellitus originan la mayorÃa de los decesos en este grupo de edad, y los estados que ocupan los primeros lugares de mortalidad por esta causa son Coahuila y Guanajuato.
Los fallecimientos de adultos mayores de 65 años y más tienen un comportamiento semejante al del grupo anterior. En el caso de la diabetes mellitus, Coahuila figura nuevamente en primer lugar, mientras que para padecimientos cardiovasculares, Sinaloa y Nuevo León presentan los mayores niveles en el ámbito nacional.
En términos generales, los cambios observados en los niveles de mortalidad de la República Mexicana se reflejan en el aumento de la esperanza de vida de la población, ya que entre 1980 y 2005, ascendió 7.6 años al pasar de una expectativa de vida de 67.0 en 1980 a 74.6 años en 2005.
Por otra parte, y con motivo de las celebraciones de DÃa de Muertos, de acuerdo con las proyecciones del CONAPO, en 2007 se estima que morirán 509 mil personas, lo que equivale a una tasa de mortalidad de 4.8 por mil, mientras que la tasa de mortalidad infantil (menores de un año) se ubica en 15.7 por mil nacidos vivos.