Informaciones

Programa Tercera Edad de Cáritas Cubana

Domingo, 15 de Febrero de 2004
Artículos, experiencias, actividades

(Publicado por la RLG el 10-2-2003).  Cáritas Cubana es una organización de acción social sin fines de lucro que ejecuta programas encaminados a atender a las personas que viven situaciones de pobreza o riesgo social, con el enfoque no sólo de asistirlos en la carencia de sus necesidades básicas, sino además, en su promoción humana. 

El Programa de la Tercera Edad de Cáritas Cubana ha arribado ya a los diez años de su puesta en marcha; aquí compartimos con ustedes parte de la sistematización que los actores involucrados en esta experiencia han realizado acerca del proceso de transformación que vivió el propio programa;  donde organización, formación y voluntariado han pasado a ser las claves. La experiencia de Cáritas Cubana es ilustrativa de los procesos que vienen realizando la gran mayoría de las Cáritas Latinoamericanas donde los enfoques meramente asistenciales van siendo progresivamente superados para abrir paso a enfoques promocionales que, en base a experiencias socio-comunitarias, van colocando al adulto mayor en el centro de una acción social promotora de nuevas relaciones sociales a favor de la participación plena de las personas adultas mayores en la sociedad.

Gracias a Cáritas Cubana podremos también compartir con Uds. (en publicaciones próximas de la RLG) el material de formación del voluntariado con adultos mayores realizado por el Curso Nacional de Formación  del Programa de la Tercera Edad.

El Programa de la Tercera Edad de Cáritas Cubana surge en la primera mitad de la década de los noventa como una alternativa de ayuda y respuesta a las crecientes carencias de las personas mayores de 60 que se encontraban en situaciones difíciles; debido, entre otras causas, a la agudización de la crisis económica por la que atravesaba la nación Cubana.

Al comienzo se propuso asistir a estos ancianos, identificados en el entorno parroquial, con productos alimenticios y artículos de uso doméstico para la higiene y el aseo personal; pero en lo sucesivo se plantea potenciar actividades promocionales, donde los ancianos y ancianas beneficiadas, además puedan participar como protagonistas y sujetos, como gestores directos de las mismas en su comunidad de convivencia.  Así, que desde un marcado enfoque asistencial transita a una visión más definida en lo promocional, eso sí, sin desatender las necesidades básicas del grupo meta.

Esto queda claramente expresado en las premisas que como objetivos del Programa quedaron plasmados de la manera que sigue:

1. Responder a las necesidades concretas de los ancianos con alto riesgo social,

2. Contribuir a elevar su autoestima y la solidaridad, propiciando que se relacionen y organicen para encontrar soluciones a partir de sus esfuerzos y responsabilidad,

3. Lograr que los ancianos sean capaces de apoyar a otros grupos en estado de necesidad o en sus funciones propias dentro de las comunidades a partir de algunos de estos servicios

Como podemos apreciar el Programa se propone de manera general y particular contribuir al mejoramiento de la calidad de vida del adulto mayor, teniendo como base fundamental la dignidad de la persona humana como centro y principio de toda actividad y como actor en las transformaciones que se hacen necesarias asumir ante las circunstancias que la globalidad impone de manera reductiva sobre los hombres y mujeres en el contexto nacional e internacional, al conceder mayor preponderancia a las decisiones y políticas basadas en una óptica puramente economicista, que no tiene en cuenta los espacios de promoción que permiten satisfacer las necesidades humanas fundamentales.

En este punto de partida se privilegió la creación y desarrollo de los servicios y actividades con ancianos en las siguientes materias: Elaboración de alimentos, Servicios de Lavandería y de Higiene y Aseo Personal, los Talleres de Costura y Artesanía y, Actividades de Cultura y recreación en mayor proporción, mientras que a menor escala ha desarrollado actividades tales como: Reparaciones Menores de Viviendas, Huertos de Hortaliza, Servicio de Peluquería; además de la entrega de ropas, medicamentos, atención médica y espiritual.   Aunque debe aclararse, que estas actividades en general benefician a los ancianos necesitados y en las mismas, de acuerdo a sus capacidades y habilidades, participan aquellos que gozan de buen estado de validez.

En la medida que fue avanzando la ejecución del programa, surgió la necesidad de capacitar al personal que atendía directamente a los ancianos y ancianas necesitados y es así que, se diseña e implementa el Curso Nacional del Voluntariado de Tercera Edad como una línea perfectamente diferenciada del primer proyecto conocido como Servicios para Ancianos.

Por su parte el nuevo proyecto de capacitación define como objetivos los que se relacionan a continuación:

1. Desarrollar en los ancianos actitudes que le permitan conservar su autonomía y rol social.

2. Brindar a la familia los conocimientos necesarios para el manejo domiciliario de problemas específicos relacionados con el envejecimiento y el mejoramiento de las relaciones intergeneracionales.

3. Formar al voluntariado para que sean capaces de diagnosticar la realidad del anciano en su entorno familiar y social y dotarlos de métodos de trabajo a favor del anciano, su familia y comunidad.

Como se puede apreciar las metas de la capacitación se concilian con los objetivos primarios del Programa que en resumen pretende mantener al anciano y anciana en el seno de su comunidad de convivencia evitando de esta manera la solución traumática, a veces irremediable, a la que se enfrentan estas personas cuando son domiciliados en un Hogar de Ancianos.  Dirigir la capacitación a los propios ancianos, sus familiares y al voluntariado que lo atiende directamente desde los grupos parroquiales y de comunidad es una concepción integral de la propuesta formativa del Programa de la Tercera Edad.