Es preocupante el escaso número que existe en nuestros países, de profesionales capacitados para brindar atención de salud a una cada vez más numerosa población de personas adultas mayores. Predomina aún la creencia de que las cuestiones de salud relacionadas con las personas mayores, pueden ser atendidas satisfactoriamente sin necesidad de poseer conocimientos gerontológicos y geriátricos. Sin duda que contribuye a ello, la poca información y conciencia pública acerca del fenómeno del envejecimiento poblacional, así como los propios prejuicios y estereotipos sobre la vejez, que repercuten negativamente en el acceso y calidad de la atención de salud que están recibiendo las personas adultas mayores.
Las políticas actuales de salud, han tendido a poner el énfasis en la promoción del autocuidado. Siendo esto relevante, resulta insuficiente frente a los desafíos que conlleva el envejecimiento poblacional. Una muestra de aquello desafíos, está planteada en los resultados de los estudios del Grupo de Investigación sobre Demencias 10/66 (grupo de trabajo perteneciente a
En las condiciones de América Latina, es impensable que una tarea de esta envergadura, pueda ser resuelta dentro de un marco de justicia social, sin un rol decisivo del Estado y en forma particular de los gobiernos. En una de las regiones con mayor desigualdad social del planeta, las necesidades de cuidado, de carácter cada vez más complejo y oneroso, no pueden ser entregadas a la regulación del mercado ni ser consideradas privativas de las familias. Se precisa en forma urgente establecer políticas públicas de salud para atender a la población adulta mayor y, definir la participación de las organizaciones de la sociedad civil como actores sociales reconocidos y apoyados para asegurar como tarea común la prestación de servicios de alta calidad y accesibilidad para las personas adultas mayores y sus familias.
De nada servirán medidas aisladas. El envejecimiento es un logro y necesita de políticas públicas urgentes, inspiradas en el respeto de los derechos de las personas a vivir la vejez con plena dignidad.
Ximena Romero – Coordinadora de
Christel Wasiek – Asesora de
1 de Agosto de 2008.