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Información a la comunidad
Agencia Informativa Eclesial para Bolivia
Santa Cruz - 23/08/2008 ( Campanas ):
El 26 de agosto se recuerda el Día de las Personas de la Tercera Edad en Bolivia, instituido por Decreto Supremo 1421 del 17 de diciembre de 1948, durante la presidencia de Enrique Hertzog Garaizabal. Desde hace 31 años, en Bolivia se recuerda cada 26 de agosto el Día Nacional del Adulto Mayor.
Los adultos mayores recuerdan en su día que existen 10 principios que deben ser cumplidos, como el derecho a la asistencia, al albergue, el sustento, al vestido, al bienestar físico y moral, al recreo, al trabajo, al sosiego, a la consideración y a funerales.
En el año 1992 las Naciones Unidas definieron los principios más importantes a favor de las personas mayores. Estos se clasificaron en cinco temas principales: INDEPENDENCIA, PARTICIPACIÓN, CUIDADOS, AUTORREALIZACIÓN Y DIGNIDAD.
Cada uno de los mismos implica una amplia reflexión sobre las acciones que se deben promover, para el cumplimiento de los mismos. En su reciente Encíclica "Deus Caritas Est", nuestro Santo Padre Benedicto XVI, señala: "Quien es capaz de ayudar reconoce que precisamente de este modo, también él es ayudado. El poder ayudar no es mérito suyo ni motivo de orgullo. Esto es gracia. Cuanto más se esfuerza uno por los demás, mejor comprenderá y hará suya la palabra de Cristo". "Somos unos pobres siervos" (Lc. 17,10).
Todos los que, de una forma u otra, ayudamos a comprender y promover a las personas mayores desde varias perspectivas, debemos constantemente tener presente que el Amor y el Servicio deben ser las bases para accionar el cumplimiento de cualquier objetivo en el terreno de la ancianidad. El concepto de vejez es un constructo cultural en el que participan una serie amplia de elementos como las formas de parentesco, la economía, la salud, la capacidad de auto-mantenimiento, así como determinados modelos de conducta, etc. Se ha reconocido que en este fenómeno no incide sólo la familia, sino que son múltiples los factores que lo ponderan.
Es innegable que la vejez es consecuencia de un proceso biológico ineludible que nos afecta a todos y que no comienza en ningún momento específico sino que se va sucediendo a lo largo de toda la vida. Es una construcción socio-cultural, en el sentido de que las imágenes que construye una sociedad sobre la vejez van a influir en la forma en que esta se vivencie y se desarrolle por parte de sus integrantes. De ahí la importancia que se le confiere en la Gerontología al estudio de las imágenes de la vejez que se proponen en la sociedad y sobre las cuales existen hoy día, estudios muy interesantes.
Historia: Hermanitas de los Ancianos Desamparados
"Hijas mías, recordad que los reyes de nuestras comunidades deben siempre ser los ancianos. Si vosotras tenéis vocación no es privilegio vuestro sino de los ancianos. Si no hubiera ancianos vosotras no estaríais en la casa de Dios ni seríais sus Esposas... Luego todos vuestros afectos y desvelos deben estar cifrados en los ancianitos, a los que debéis amar como si fueran el mismo Jesucristo.” (Santa Teresa Jornet)
La Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados es un Instituto de derecho pontificio, fundado por el Siervo de Dios, D. Saturnino López Novoa con la colaboración de Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars en Barbastro (Huesca) el 27 de Enero de 1873.
"Cuiden con interés y esmero a los ancianos. Ténganse mucha caridad y observen fielmente las Constituciones: en esto está nuestra santificación" (Últimas palabras de la Santa antes de reunirse con el Padre)
La finalidad de la obra es en palabras del Fundador, "ser continuadoras de la misión de Cristo, que pasó por el mundo haciendo el bien"; concretado en acoger, cuidar y prodigar todo género de asistencia, inspirada en la caridad evangélica, a los ancianos necesitados. Este es el carisma: el cuidado y asistencia espiritual y material de los Ancianos desvalidos de uno y otro sexo, preferentemente los pobres, que sean puestos al cuidado de la Congregación.
La hermanita ha sido llamada a hacer de su vida una gozosa donación de amor, en el servicio a los ancianos necesitados, al estilo de Cristo que "nos amó hasta el extremo" (Juan 13,1). Amor que se alimenta en la oración y en la Eucaristía. En sus hogares reina la máxima de Santa Teresa Jornet, "cuidar los cuerpos para salvar las almas". Sus residencias tienen carácter de hogar, por lo que se trata fundamentalmente de fomentar en los ancianos el "espíritu de familia", a fin de que se sientan como en su propia casa, ofreciendo un servicio desinteresado, con amor y cariño.
Actualmente, la congregación cuenta con 210 casas, donde son acogidos unos 26.000 ancianos, (15.300 en España y 10.000 en los restantes países), en 17 Naciones (España, Portugal, Alemania, Italia, México, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Brasil, Mozambique), y 3 continentes (Europa, América y África). Existen 5 noviciados con su correspondiente Postulantado, 2 en España (todo un hito ante la escasez que otros institutos padecen), 1 en Perú, 1 en México y otro en Colombia. 5 Juniorados en el mismo orden. Hay también 16 aspirantados: 2 en España, 13 en América, y 1 en Mozambique (África).