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CARTA DE MALLOCO
V Encuentro del Programa Regional de Cáritas
“Trabajo Social a favor de los Adultos Mayores en América Latina y el Caribe” (PRAM)
Malloco, Chile - 15 al 19 de noviembre de 2008
Reunidos en la localidad de Malloco, Chile, entre el 15 y el 19 de noviembre de 2008, Cáritas Cubana, Caritas Chile, Fundación Cáritas para el Bienestar del Adulto Mayor –México, DF-, Cáritas del Perú, Red Latinoamericana de Gerontología (RLG), Cáritas Alemana y Asociación Reciclazaro, Brasil.
Constatamos el gran y necesario aporte de las personas adultas mayores para la construcción de la convivencia cada día más humana y fraterna, y expresamos nuestro firme propósito de unirnos a su clamor y esfuerzos.
Reconocemos que es un camino que hemos de realizar cuando estamos viviendo y envejeciendo en un mundo caracterizado por la inequidad, el mercantilismo y la frecuente concepción del ser humano como recurso para la producción y no como fin en sí mismo, por lo que se hace necesario llevar a cabo acciones transformadoras de tal realidad, que hemos de emprender desde la identidad de Caritas, de acompañar la vida desde el nacimiento hasta la muerte, tomando en cuenta una visión contextuada y actualizada de la gerontología, como saber ilustrado acerca del envejecimiento y de la vejez.
Experimentamos la vida como continuidad con cambios, como envejecimiento permanente y como construcción histórica, interrelacional e individual, dependiente de condiciones socio-culturales, económicas y políticas, así como de acciones individuales y sociales. Igualmente, consideramos la vejez como resultado de tal construcción del transcurso vital, a la cual cada vez es más probable que lleguemos más y más personas. Enfatizamos que las personas adultas mayores son capaces de pronunciarse, pensar, actuar y contribuir a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva –con y para todas las edades-.
Buscamos calidad de vida en todas las edades, y particularmente en la vejez, en condiciones de equidad y acorde con los principios liberadores de la fe cristiana; con el respeto a los derechos humanos y la posibilidad de construir ciudadanía que implique ejercicio pleno de deberes y derechos, así como participación activa en la conformación de políticas. Buscamos promover que las personas adultas mayores se constituyan en agentes de transformación, descubriendo por ellas mismas los espacios que les son propios por el hecho de ser personas y ciudadanos que encuentran significación en sus experiencias de vida.
De acuerdo con ello, renovamos nuestro compromiso de:
1. Contribuir al desarrollo de una educación y una espiritualidad liberadoras, justas, maduras, adultas, coherentes con la superación de dependencias, inequidades, percepciones e intervenciones subvalorizantes e infantilizantes.
2. Trabajar permanentemente por la construcción de sociedades incluyentes, para todas las edades, destacando la condición de la vejez como parte integrante del transcurso de la vida, sin segregar a las personas por razón de su edad ni por ninguna otra razón.
3. Promover el respeto por las diferencias y fortalecer bases para un nuevo contrato social fundado en los principios éticos y políticos de la solidaridad intergeneracional.
4. Promover procesos que permitan visibilizar las capacidades de las personas adultas mayores y generar condiciones para que ellas ejerzan su protagonismo, participación e influencia en la construcción de sociedad.
5. Apoyar decididamente la demanda por la aprobación de una Convención Internacional de los derechos humanos de las personas adultas mayores, fortaleciendo para ello alianzas y redes con organismos de distintos ámbitos de la sociedad.
6. Consolidar nuestras prácticas, de acuerdo con lo que señala la Iglesia en la Encíclica “Dios es Amor”, poniendo especial énfasis en los procesos e impacto de nuestras acciones; para lo cual procuraremos el desarrollo permanente de nuestras competencias –conceptuales, contextuales, tecnológicas y metodológicas- que propicien un trabajo profesional eficiente y eficaz con las diversas generaciones y particularmente con las personas adultas mayores, atendiendo al actual espíritu de los tiempos y a las diversas realidades de nuestros países.
7. Seguir entregando nuestro aporte por construir una cultura de la solidaridad en la que se cuente con el aporte de las personas adultas mayores, evitando a toda costa que nadie quede debajo de la mesa de la vida.
Malloco, Chile. 19 de noviembre de 2008.