Informaciones

Editorial N° 125 de Junio de 2010

Martes, 08 de Junio de 2010
Editoriales RLG

Las ‘nuevas tecnologías’ como herramienta para el logro de una sociedad para todas las edades

Las Tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) influyen cada vez más en la sociedad en general y en las vidas de todas y cada una de las personas, en particular, facilitando sus posibilidades de comunicación, información y acceso a oportunidades de todo orden para desenvolverse en el mundo de hoy. Su empleo por parte de personas de todas las edades ofrece asimismo oportunidades para facilitar la comunicación y el aprendizaje mutuo entre generaciones.

En el caso específico de las personas adultas mayores acceder a las TIC contribuye a fomentar su autonomía y su participación en la sociedad, a compartir sus experiencias y también sus inquietudes, a potenciar sus capacidades y, en general, a mejor aprovechar las oportunidades que ofrecen el envejecimiento y la vejez para avanzar en el desarrollo y lograr bienestar. Se trata de poder obtener beneficios que faciliten la vida diaria y, sobre todo, del derecho a participar plenamente en todos los ámbitos de la vida social.

Surge, entonces, la pregunta: ¿por qué, en nuestros países latinoamericanos, el acceso de las personas adultas mayores a esas ‘nuevas tecnologías’ y particularmente a las TIC, ha sido más lento de lo deseable y necesario? Es posible que entre las muchas razones esté la existencia de estereotipos tales como considerar que en la vejez las personas son demasiado conservadoras o arraigadas a formas ‘antiguas’ de hacer las cosas, desinteresadas e incluso incapaces de nuevos aprendizajes -particularmente cuando se trata de recursos tecnológicos como los mencionados-.

No obstante, diversas experiencias desarrolladas en América Latina –algunas de ellas conocidas a través del concurso de experiencias gerontológicas “Una sociedad para todas las edades” que promueve desde el año 2006 la RLG- desmienten aquellas falsas creencias y demuestran que cuando las personas adultas mayores están motivadas y tienen oportunidades para hacerlo, asumen con entusiasmo y perseverancia el reto de acceder a las ‘nuevas tecnologías’, de aprender a utilizar la computadora, el internet, la telefonía celular y otros medios.

Así facilitar el acceso de las personas adultas mayores a las TIC, no sólo contribuye a reducir brechas digitales, sino que además puede conllevar importantes beneficios para que las personas mantengan su autonomía, tengan facilidades de comunicación -entre otras cosas, cuando viven solas-; para que fortalezcan su participación ciudadana y social, en general; tengan oportunidades para pronunciarse y constituirse en opinantes y propositivas acerca de temas que les conciernen directamente. En fin, para que pueda convertirse en realidad el rol de participantes activas en la construcción y en los beneficios del desarrollo, tal como lo enfatiza el Plan de Acción de Madrid sobre el Envejecimiento.

Estimular el desarrollo de habilidades tecnológicas en la vejez, constituye, entonces, un camino para contribuir a la superación de la pobreza –no sólo económica, sino de capacidades, conocimientos e información-; para fortalecer la democracia y sus instituciones, lograr bienestar social y personal. Lo contrario, no sólo es un error, sino un despropósito, si se considera que el envejecimiento poblacional es un proceso inexorable que nos involucra a todos y que la construcción de una sociedad para todas las edades es un imperativo cada vez más inaplazable.

Ximena Romero – Coordinadora RLG
Christel Wasiek – Asesora RLG

Junio de 2010.