Ricardo Iacub, doctor en psicología y especialista en Mediana Edad y Vejez consideró que esto ocurre en grupos con mala relación.
La principal fuente de malos tratos a adultos mayores es su propia familia, donde sufren agresiones psicológicas y financieras y, en menor medida, físicas, señaló hoy un especialista, en la víspera del Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez.
En Argentina se avanzó mucho en los últimos años en la protección de los mayores en lo que respecta a conciencia social, tanto a nivel nacional como en varias provincias y la ciudad de Buenos Aires, comentó Ricardo Iacub, doctor en psicología y especialista en Mediana Edad y Vejez.
Iacub sostuvo que con el Pami está preparando una "especie de formación en toda la gente para el ‘empoderamiento’ de los mayores, para fortificarlos para defenderse ante posibles malos tratos en familia o ámbitos más amplios".
Tras precisar que "los principales maltratadores son de la familia", consideró que esto ocurre en grupos con mala relación, en los que cuando el adulto mayor se encuentran en estado de fragilidad lo manejan a su arbitrio".
El "clásico maltrato físico, en nuestro país no hay tantos casos, salvo en bestialidades de crímenes y robos violentos, y aún ahí hay mucho rechazo a quien toca a un viejo, entre criminales".
En cuanto al maltrato psicológico, señaló que "quizás la forma más grosera es a nivel de las palabras, gritarles; pero es muy habitual la indiferencia, que es muy dolorosa y a veces no tiene idea quien la está ejercitando".
Como ejemplo, citó a quienes "visitan a los padres y no les hablan, lo que es muy violento, o los tratan como tarados, como si no entendieran ni pudieran aprender; aún protegiéndolos, cuando les sacan el registro y les dicen que no manejen", advirtió.
Además de estas situaciones, que pueden generar depresión, "está el abuso financiero, sacarle plata, la casa; pasó mucho en la crisis, los hijos se quedaban en la casa de los padres en forma transitoria y luego se quedaban con la casa".
En ese marco, sucede también el abuso financiero, cuando "los mayores son engañados por alguien que les maneja la tarjeta bancaria y les administra el dinero en forma arbitraria, en lugar de sólo acompañarlos y enseñarles a manejar esa tecnología".
Iacub destacó la "gran violencia contra los mayores que existe en los geriátricos, en especial los privados, que contratan con los hijos u otros familiares, pero no con el adulto".
"Una violencia anticonstitucional que se ejerce en esos lugares es la de no respetar el derecho a circular libremente; no lo dejan salir, generalmente por pedido de los hijos, y eso es ilegal", sostuvo.
A continuación explicó que esto no sucede porque los dueños de los geriátricos sean mala gente, sino porque no hay una ley clara sobre la situación, "que garantice a los mayores libertad de expresión, de hacer lo que quieran y de denunciar los abusos".
Según Iacub, en los geriátricos nacionales y porteños -donde el 30% entra por voluntad propia-, "hay muchísima más libertad que en los privados, donde existe esa violencia porque contratan con los hijos, no con los adultos mayores".
También mencionó casos extorsivos, en los cuales los hijos presionan a los padres con no dejarlos ver a sus nietos si no ceden algo, y los juicios por insania, para inhabilitarlos y quedarse con dinero y los bienes.
"La sociedad tiene que poner la mirada para cuidar al adulto mayor en todas las situaciones, porque se juega con el amor, el cariño, y cuando quien te violenta es tu familia no es fácil hacer una denuncia y reclamar", puntualizó.
Para Iacub, "el Estado debe tratar de resolver el tema de la atención a estos adultos, a través de cuidadores domiciliarios, como los que ofrece el Gobierno nacional, que son contratados por el Pami".
Fuente: LA MAÑANA de Córdoba – 14/6/2010.
http://www.lmcordoba.com.ar/nota.php?ni=17683