A la baja cobertura del sistema de pensiones se agrega que grupos tan vulnerables como los trabajadores por cuenta propia no se están preparando para el futuro.
Cinco de cada 100 trabajadores colombianos están confiados en que sus hijos los sostendrán cuando ya no puedan laborar más, número que se eleva a ocho para los que viven en el campo, donde el 65,2 por ciento de la población está sumida en la pobreza. Pero si esa cifra puede llamar la atención, más aún si se tiene en cuenta que es una de las formas de 'ahorro' para el retiro del mercado laboral, sorprende que 63 de cada 100 ocupados no estén haciendo nada para sostenerse cuando ya no puedan trabajar.
Esos son los hallazgos del estudio 'Ahorro para el Retiro en Colombia: Patrones y Determinantes', realizado por Juan Carlos Guataquí, Mauricio Rodríguez-Acosta y Andrés Felipe García-Suaza, investigadores de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (Geih) del Dane del 2007.
Guataquí explicó que uno de los mecanismos de ahorro para el retiro es tener hijos y prepararlos y que esto fue lo que respondió el 4,95 por ciento de los encuestados por el Dane a la pregunta '¿Qué está haciendo usted actualmente para mantenerse económicamente en su vejez?', al tiempo que 25 por ciento dijo que ahorraba en un fondo de pensiones, 7,1 por ciento acudía a otras formas de ahorro y el restante 63,1 por ciento no hacía previsión alguna.
Lo grave de esa situación es que la población ocupada que no está haciendo ningún ahorro para la vejez es la más vulnerable del mercado laboral, como los trabajadores por cuenta propia, advirtió el investigador, en lo cual coincide con otros estudiosos del tema. Además, agregó, la investigación mencionada ratifica la baja cobertura del sistema pensional colombiano, que según las cuentas de Anif es de apenas 25-30 por ciento de la población económicamente activa, lo que representa uno de los mayores retos para la sociedad colombiana y para las finanzas públicas.
El Censo 2005 registró 2'612.508 personas mayores de 65 años y, según el Ministerio de la Protección Social, cerca del 30 por ciento de las personas entre 60 y 79 años seguían en el mercado laboral, aunque no necesariamente como asalariadas (probablemente la mayoría en la informalidad).
Otros estudios señalan que apenas dos de cada 10 mayores de 65 años reciben una mesada pensional, que más de tres millones de adultos que superan los 55 años son pobres y que la mayoría vive con familiares.
En Colombia, los hijos y nietos son, en general, un refugio para los mayores retirados de la actividad productividad; de acuerdo con el Censo 2005, de 4.000 personas centenarias, 3.760 vivían con sus familias. Muy pocas, 240, estaban en centros geriátricos o Lugares Especiales de Alojamiento.
Así que aunque suene extraño -ya que en el país existen seis fondos privados de pensiones, uno público (el Seguro Social) y unos pocos regímenes especiales- numerosos jefes de hogar todavía la apuesta a 'pensionarse' en casa con recursos que los hijos les transfieren para su sostenimiento, que para el caso de los que viven en las ciudades, según el trabajo de Guataquí y sus dos colegas, son cuatro de cada 100 ocupados.
La investigación mencionada señala que el porcentaje de ocupados que no ahorran para la vejez es aproximadamente 20 puntos porcentuales mayor en las zonas rurales, donde todos los canales de ahorro exhiben porcentajes similares, mientras que en las zonas urbanas el ahorro en el fondo de pensiones es el canal más importante de ahorro para el retiro.
"Preparar a los hijos como mecanismo explícito de protección en la vejez manifiesta ser una opción significativa tanto en las zonas urbanas como en las rurales", siendo mayor en estas últimas, es una de las conclusiones del estudio.
Fuente: Portafolio.com.co - 12/07/2010