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Pastoral Social Caritas Chile llama a valorar a las personas adultas mayores

Jueves, 09 de Diciembre de 2010
Políticas y Derechos

La Pastoral Social Caritas trabaja a favor de los Adultos Mayores. El objetivo es lograr que la vejez sea considerada como un bien y no una desgracia.

En la última Fiesta del Encuentro del Adulto Mayor, realizada en Iquique en el mes de noviembre, los asistentes tuvieron la oportunidad de compartir reflexiones respecto de su condición en la sociedad actual. Es así como dentro de las principales inquietudes planteadas está el manejo que tienen los medios de comunicación sobre este grupo de la población: “Aparecemos, por lo general, como personas imposibilitadas con deterioro físico o psíquico, enfermos, discapacitados, en una etapa de la vida donde no tenemos voz ni posibilidad alguna al interior de la sociedad. Sin posibilidad de aportar ni de opinar. Conjuntamente a esto, existe una postura del Gobierno, y de las mismas políticas públicas muy asistencialistas hacia el adulto mayor. En otras palabras, se nos excluye de la vida activa de la sociedad. Aparecemos como caricaturas de la televisión, donde se muestra la vejez como objeto de políticas públicas, más que sujetos de derechos”, manifestaron los asistentes.

Los Adultos Mayores lamentan que la imagen mostrada en relación a la vejez, corresponda a una visión muy parcializada que tiende a estigmatizar, generando en el colectivo social imágenes que no se relaciona a la diversidad de formas de vivir el envejecimiento y dejando de lado situaciones que necesitan debate y respuestas sociales y estatales.

Condiciones de vulnerabilidad

Si bien a nivel de América Latina se ha manifestado especial atención para trabajar en torno a una Convención Internacional de Adultos Mayores, y Chile ha respaldado la iniciativa a través de SENAMA (Junio 2008), en la práctica vemos con preocupación que todavía la realidad concreta no corresponde al ideal planteado en la reflexión. “Pensamos que las autoridades se preocupan poco o nada del adulto mayor, no se han hecho evidentes procesos de presión para que se reivindiquen los abusos, abandonos y maltratos a los adultos mayores. A esto se suman las instancias y personas que lucran con los adultos mayores. Nuestras propias familias valoran poco al Adulto Mayor y esto acentúa más que exista una creciente situación de vulnerabilidad”.

En este segmento de la población aumenta la precariedad que se condiciona a las exiguas jubilaciones percibidas y las necesidades de cubrir los gastos médicos generados por las enfermedades relacionadas a la edad.

Otra de las inquietudes de este grupo tiene que ver con los frecuentes maltratos físicos y psicológicos de los cuales son objeto, incluso por miembros de su propio círculo familiar.

Para ello queda la tarea de posicionar a los Adultos Mayores como ciudadanos de derechos y trabajar por la dignidad hacia ellos.

Brecha generacional

Otra de las reflexiones compartidas en la Fiesta del Encuentro tiene que ver con la relación intergeneracional donde se constata una brecha cada vez más fuerte de separación entre jóvenes y adultos mayores, quedando estos últimos, excluidos de las familias y beneficios sociales y económicos. “Notamos muchas personas solas, abandonadas, alejados de sus seres queridos, desprovistos de vivienda, en estados de graves situaciones financieras. Los jóvenes muchas veces nos anulan, no nos dejan ser, piensan y actúan por nosotros (existiendo una imagen paternalista y asistencialista), nos desvalorizan y no reconocen los saberes y capacidades que tenemos y aún podemos desarrollar, aún siendo de edad más avanzada que ellos. Ciertamente tenemos otros ritmos, somos más lentos, pero tenemos un potencial que pocos lo saben apreciar; ni nosotros mismos nos lo creemos. Los jóvenes no siempre nos respetan. Nos sentimos cercanos a los nietos pero como cuidadores cuando es necesario”, expresaron.

Justamente, relacionado a este tema, en el encuentro de Iquique, el Pbro. Rodrigo Tupper, Vicepresidente de la Pastoral Social Caritas, destacó que : “Hoy los ancianos son no sólo excluidos sino ‘sobrantes’ en una sociedad que solamente acepta y festeja a quienes tienen el poder, la riqueza, la belleza física y la fastuosidad de la fama. La Iglesia propone caminos de salvación y se hace cargo de los “sobrantes” de esta sociedad. Así lo hizo Jesús y así queremos hacerlo nosotros, discípulos misioneros. Queremos mostrar a la sociedad, en un diálogo abierto pero que incluya la justicia y la verdad, que nuestros mayores son dignos de respeto y no de lástima, somos nosotros deudores de ellos y les debemos veneración y no sólo consideración”.

El Padre Tupper se refirió, además, al Documento de Aparecida que se hace eco de esta situación y propone cuatro puntos de consideración sobre los adultos mayores de nuestro país: el Encuentro intergeneracional, el Respeto y gratitud por los ancianos, el Reconocimiento de sus fatigas y la Atención humana y espiritual de los ancianos.

Frente a este panorama la Iglesia intenta ser “voz de los que no tienen voz”.

Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas – 3/12/2010.