La Directora Nacional de Políticas Públicas de Adultos Mayores, Mónica Roqué, afirmó hoy que una Convención de Derechos de Personas Mayores, cuyo debate arrancó a mediados de abril en el ámbito de las Naciones Unidas, “es esencial porque instalará el tema en las agendas de los países y garantizará una herramienta legal de lucha para este sector”.
“Así como existe una Convención de Derechos de niños y niñas, de discapacitados o de mujeres, Argentina viene planteando la necesidad de una que contemple específicamente a las personas mayores”, señaló Roqué en diálogo con Télam.
A mediados de abril, un grupo de trabajo conformado para debatir sobre la sanción de una Convención para adultos mayores tuvo su primera reunión en Nueva York a la que asistieron representantes oficiales de 56 países así como ONG`s que trabajan en la temática.
La conformación de este grupo de trabajo es el primer paso de cara a la obtención de esta herramienta jurídica internacional, cuya promulgación podría demorar entre siete y veinte años.
A cargo de esta dirección de políticas para adultos mayores desde 2002, Roqué trabaja en el sector público desde principio de los 90, luego de hacer una maestría en Gerontología en la Universidad de La Plata.
-¿Cómo fue el camino para llegar a la creación de este grupo de trabajo? -El grupo de trabajo se formó en diciembre pasado pero la historia se remonta a Eva Perón, quien en 1948 logró que se aprobara la "Declaración sobre los derechos de la ancianidad". En 1982 se retomó la problemática con el Plan de Viena y 20 años después se evaluó que había que hacer revisiones regionales que debían estar supervisadas por la CEPAL y la OPS. En 2007, los países latinomericanos y caribeños nos reunimos en Brasilia y sacamos una declaración en la que exigimos una serie de puntos, entre ellos la necesidad de una Convención. Finalmente, se logró que se conformara el grupo que sesionó en Nueva York hace unas semanas.
-¿Por qué es importante una Convención? - La diferencia entre los planes internacionales y las convenciones es que los primeros no son vinculantes, son lo que se denomina “soft law” (derecho blando), esto significa que los países los pueden tomar o no, los pueden cumplir o no y no pasa nada. Una Convención, en cambio, es un instrumento jurídicamente vinculante, por lo tanto los países tienen responsabilidad jurídica si no lo cumplen.
En este sentido, Argentina está haciendo una gran tarea docente porque muchos países no piensan en una Convención porque desconocen los beneficios o sencillamente porque no tienen el tema de las personas mayores en agenda.
A la vez, es una herramienta en el trabajo del día a día con las personas mayores porque si vos querés que ellos se empoderen y luchen por sus derechos tenés primero que tener claro cuáles son. Esto es básico, porque la participación tiene que ser un derecho irrenunciable, y si yo quiero que el adulto mayor participe y se defienda se necesita un instrumento, por eso, yo no tengo dudas de que una convención cambiará la vida de los adultos mayores.
-¿Cuáles con los países que apoyan? -Nosotros intentaremos que se apruebe una Convención internacional y una regional. A nivel de la ONU, no todos los países lo ven claro, y esto también tiene que ver con que una convención requiere desembolsos económicos.
Sin embargo, los países que más se oponen no son los más pobres, sino los del primer mundo: Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica no ven la necesidad porque ellos tienen el tema resuelto. Por eso apelamos a la solidaridad internacional: es una mirada muy mezquina, pero Argentina intentará convencerlos.
A nivel regional, que sería la OEA, los que más se oponen son Estados Unidos y Canadá, por la misma razón. Ahora bien, América Latina es un bloque unido y el resto de los países más pobres del mundo también lo ven como una necesidad porque saben cómo viven sus adultos mayores.
- ¿Cuál fue el rol de Argentina en este proceso? - Argentina es el motor de esta iniciativa, a tal punto que la presidencia del grupo de trabajo de la ONU sobre el tema la tiene nuestro país, lo cual es un orgullo y somos reconocidos como los que estamos liderando el proceso.
- ¿Cuánto tiempo puede llevar la sanción de la Convención? - Podrían pasar 20 años, pero haremos todo lo posible para que salga en menos. Hasta el momento el proceso que menos duró fue el de Discapacidad que salió en siete años. En la OEA esperamos que salga en dos o tres años.
- ¿Cuáles son los derechos más vulnerados de los adultos mayores? - El tema de los ingresos. En el mundo, el 80 por ciento de la población de los mayores no tiene ingreso previsional, a diferencia de Argentina donde el 90 por ciento sí lo tiene.
El otro tema es el acceso a la salud. En muchos lugares del mundo si hay un solo lugar en terapia intensiva se prioriza al joven sin evaluar su estado clínico. También está la discriminación laboral: hoy una persona de 50 es vieja para el mercado del trabajo.
El abuso y maltrato son otros dos temas frecuentes y ese maltrato muchas veces se da por falta de información, porque no hay personal capacitado en atención gerontológica. De hecho en nuestro país recién hace unos 15 años que logramos formación en universidades públicas. Y, finalmente, está el tema del imaginario negativo sobre la vejez que tenemos que revertir y que se trasluce en el día a día. (Télam).
Fuente: El Comercial.com.ar - 29/04/2011
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