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Resumen:
En 1984 surge el primero de los programas, destinados a los adultos mayores en la Universidad Nacional de Entre Rios, en la ciudad de Paraná. Actividad que se expande rápidamente y hoy los PUAM, programas universitarios para adultos mayores se encuentran en más de veinte universidades nacionales.
En el presente trabajo se realizan consideraciones acerca de la importancia de estos programas, los desafíos que representan para la universidad, para docentes y alumnos, teniendo presente que sus objetivos y organización, difieren notablemente de las carreras de grado y posgrado.
Se reflexiona sobre la gerontagogia; educación de mayores; sus paradigmas y un enfoque de educación permanente tendiente a lograr una sociedad para todas las edades, con activa participación de los mayores.
Introducción
El aumento de la población mayor en la sociedad es una constante de las últimas décadas, ya el siglo XXI es denominado por muchos autores como: “el siglo de la revolución de los mayores”, es el grupo etario que más ha crecido en los últimos años y continuara en aumento de acuerdo a los estudios demográficos, situación que plantea un desafío a nivel global:
¿Son los adultos mayores considerados un recurso activo y participativo en una sociedad para todas las edades o son denostados como una carga , para la comunidad. ?
La universidad, entendiendo que la educación es un vehículo emancipatorio por excelencia, al mismo tiempo que un derecho social para todas las edades, ha abierto sus puertas desarrollando programas específicos para los adultos mayores
El programa dentro de la universidad está concebido como un lugar de inclusión, de desarrollo de la potencialidad de los mayores, de aprender y enseñar, de recuperar la memoria, de intercambiar con las generaciones jóvenes y facilitador de una mayor participación en la sociedad.
Siempre es tiempo de aprender
La educación no se limita a la educación escolar, ni los aprendizajes necesarios para la vida, para el trabajo, para la participación, para la ciudadanía plena, pueden limitarse a un período determinado de la vida de una persona.
El aprendizaje se inicia con el nacimiento y se extiende a lo largo de toda la vida, arranca en el hogar, antecede y excede a la institución escolar, abarcando un amplio conjunto de instituciones, modalidades, relaciones y prácticas.
El aprendizaje permanente, es el que comienza en la etapa preescolar hasta después de la jubilación, es el que abarca todo el espectro del aprendizaje formal, no formal e informal, y sus objetivos incluyen la ciudadanía activa, la realización personal y la integración social.
Hablar de educación de los mayores es referirnos a la Gerontagogia, que según Lemieux es: una ciencia aplicada que tiene por objeto el conjunto de métodos y técnicas seleccionadas y reagrupadas en un hábeas de conocimiento orientado en función del desarrollo de la persona mayor.
La Gerontología educativa es un intento de aumentar y aplicar lo que se conoce acerca de la educación y el envejecimiento con el fin de alargar y mejorar la vida de las personas mayores. (Peterson 1980).
Incluye tres aspectos
Tareas educativas para mayores
Educación del público general
Capacitación de profesionales acerca del envejecimiento.
Un poco de historia
El primer programa universitario para la tercera edad, fue creado en 1973, en la Universidad de Toulouse (Francia) por el profesor Pierre Vellas.
Los objetivos del programa fueron resumidos en los siguientes puntos:
Este programa, con dependencia directa de la universidad, da lugar al llamado modelo “francés”, que se propaga rápidamente por todo el mundo. En España se conocen estos programas como: Aulas para la Tercera Edad.
Contrariamente a esta modalidad, nos encontramos con el modelo “ingles”, que se caracteriza por ser un modelo autónomo, auto-organizado, son los mayores los profesores y estudiantes. Solo participan adultos mayores en la selección y desarrollo del programa. No necesariamente funcionan en espacios universitarios
Rápidamente se replican estas ideas en todo el mundo, y cada país recrea su propio modelo, actualmente es el modelo francés, dependiente de la universidad, el que más se ha desarrollado.
En Argentina el Departamento de la Mediana y Tercera Edad, inicia sus actividades en la Universidad Nacional de Entre Ríos, en la ciudad de Paraná, en el año 1984, dependiendo de la Facultad de Ciencias de la Educación, marcando el inicio de una nueva oferta académica universitaria dirigida a una población que hasta entonces no encontraba en las universidades argentinas su espacio propio.
Basa su desarrollo en el modelo francés, lo mismo que las experiencias que le continúan. Cada programa se va a adaptar a las características y posibilidades del lugar donde se insertan y a la especificidad de la población adulta argentina y mantienen objetivos y fines similares a la experiencia de origen.
Rápidamente se extiende esta modalidad en todo el país, en la actualidad estos programas se desarrollan en casi veinte universidades nacionales. Tucumán, San Luis, San Juan, Catamarca, Córdoba, Santiago del Estero, Mendoza, Comahue, Villa Maria, Tandil, Lomas de Zamora, UBA, La Matanza, Junín, Lanús, La Plata, Mar del Plata, etc.
Coincide esta creación con una reformulación de las políticas educativas en el mundo. La educación comenzó a ser considerada como un derecho de toda la población y aparece el concepto de “lifelong learning” aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Los fundamentos
La propuesta de las Universidades para la Tercera Edad, plantea un triple desafío,
- para los alumnos descubrir nuevas posibilidades de aprendizaje, y establecer nuevos vínculos. y la posibilidad de participar activamente en la vida que resta por vivir..
- para a universidad, porque debe estar dispuesta a crear un espacio para un sector de la comunidad que no aspira a obtener un título de grado o una formación de posgrado.
Conlleva a que la universidad acepte: Que los mayores pueden aprender a cualquier edad. Que la formación universitaria no debe estar únicamente orientada a formar profesionales o investigadores y que debe procurar hacer mas culta la sociedad en su conjunto
- para los docentes quienes deben ser capaces de enseñar a una población con diversidad de conocimientos previos y al mismo tiempo aprender de sus educandos.
La educación debe plantearse nuevos retos frente al crecimiento de los mayores, no se trata de una preparación para la vida, ni de una preparación profesional, sino de una educación más abierta, mas desinteresada, sin vinculación con la productividad ni con algún tipo de promoción social. Se trata de una educación sin obligación, sin diplomas, que responda a las necesidades que existen pero también a los intereses culturales, sociales y personales.
Está enfocada ante todo al logro del enriquecimiento personal con vistas a la realización de uno mismo, a la participación en la vida social, cultural y política.
No es un paliativo ni entretenimiento , su objeto primordial es ayudar a la persona mayor a comprenderse, a comprender lo que vive y hacia dónde va, a comprender esa nueva fase de su desarrollo y como, lejos de ser un preámbulo de la muerte, aparece como una fase decisiva y puede convertirse en el periodo más feliz de su vida
Estos programas ¿son universitarios porque los organiza una universidad o pueden ser universitarios por la metodología que se aplica, independientemente de quien la realice?.
Al respecto se consideran universitarios si cumplen con los siguientes requisitos
La evolución mundial de esta oferta educativa reconoce tres momentos.
El primero organizar servicios educativos entendidos como programas culturales de tiempo libre cuyo objetivo es entretener y favorecer relaciones sociales entre las personas mayores.
El segundo momento se compone de actividades educativas para la participación y la mejora de los conocimientos de los mayores con el fin de que intervengan en la resolución de los problemas sociales existentes.
En el tercero aparecen programas educativos reglados con un plan de estudios propio, propuestos desde la universidad con todas las características formales de la enseñanza de nivel superior. Integrando la información, extensión e investigación.
Tres paradigmas de la formación y educación.
Paradigma tecno académico (escolar científico tecnológico): se pretende mejorar la efectividad de una actividad profesional, capacidad de aplicar conocimientos teóricos a la solución de problemas prácticos.
Paradigma interpretativo o fenomenológico (cultural interpretativo): el profesional no es un mero aplicador de conocimientos, sino que se mueve a través de valores éticos y deontológicos. Sus competencias parten de las habilidades que deben desarrollar para enfrentarse a situaciones problemáticas por medio de la reflexión. Su ideología es humanista, considerando a los alumnos como depositarios de una parte del conocimiento que se transmite.
Paradigma crítico (cultural crítico) el profesionalismo es entendido como un proceso de desarrollo profesional, que favorece una comprensión crítica y reflexiva de las formas en que las estructuras políticas sociales y económicas influyen en la profesión.
Esto llevado al campo educativo requiere una implicación y un compromiso en la construcción personal del medio social, el gerontagogo pasa a ser un intelectual transformador que tienen como fin ultimo la autodeterminación del educando
Si se busca que los mayores lleguen a ser más concientes de su situación y por lo tanto, mas libres de poder elegir y actuar en consecuencia, el profesional debe ser capaz de potenciar el dialogo para relativizar ideas, ampliar puntos de vista, fomentar y ampliar el nivel cultural y posibilitar en definitiva la comunicación intra e interpersonal
La gerontagogia podría entenderse como una herramienta de trabajo, que usada de manera más o menos innovadora pero siempre adecuada a nuestro ámbito de actuación, permite potenciar y dotar a cada persona, de las habilidades necesarias para que pueda desempeñar un papel propio en su contexto, que en muchos casos será transformador y crítico, otras veces ayudará a las personas en su adecuación al entorno, pero siempre partirá de los diferentes condicionantes que la posicionan en el mismo, de ahí la importancia de adaptar nuestras formas de trabajo a las necesidades y fines que los mayores plantean.
La organización de las actividades
No existen limitaciones ni exigencias de conocimientos previos para ingresar a los programas.
Los cursos funcionan una vez por semana, en general dos horas, son cuatrimestrales o anuales.
Cada universidad, desarrolla sus propios programas, en general las materias se dividen por áreas, entre ellas la de mayor crecimiento en los últimos años es la informática, las respuestas de los alumnos han evidenciado que cuando hay motivación y una adecuada didáctica no existen impedimentos para el aprendizaje, aun en tecnologías totalmente novedosas para esta generación.
Las otras áreas son: humanidades y ciencias sociales, arte y literatura, comunicación e idiomas.
Las evaluaciones adoptan diferentes características, en algunos casos se centran en la realización de “productos” como exposiciones, trabajos fotográficos, muestras de diversos tipo, etc.
En el caso de lenguas extranjeras, se enfatizan los contenidos aprendidos. Son importantes tanto el proceso de aprendizaje, como los contenidos del mismo y también su utilizan cuestionarios anónimos.
La evaluación cumple una función importante en los procesos de autoafirmación de las capacidades cognitivas y de autoestima del mayor, siempre que sea consensuada, formativa y orientada a la autoevaluación y al crecimiento personal.
No se otorgan títulos ni certificados habilitantes, si diplomas certificando la concurrencia, que son apreciados por los concurrentes.
La mayoría de las universidades cobran un módico arancel por curso y algunas son gratuitas.
Algunos programas cuentan con centros de estudiantes, que colaboran con el desarrollo de los programas, y asumiendo la realización de festejos y actividades especiales.
Sobre el aprender de los mayores
En los mayores el aprendizaje está condicionado más por una serie de variables propias de la situación personal de cada uno, que por la edad misma.
Entre las mismas se encuentran las capacidades naturales, el propio ritmo personal de aprendizaje, el tipo y grado de formación escolar, el ambiente con más o menos estímulos en que vivió, su trayectoria laboral, etc. La gerontología, nos informa que las diferencias individuales se acrecientan con la edad, lo cual exige por su parte la individualización del aprendizaje para que el mismo sea significativo.
En lo que respecta a la motivación para el aprendizaje está al igual que en otras etapas de la vida, relacionada con las necesidades de la vida presente. Cada uno aprende con mayor entusiasmo en la medida en que, lo que se ofrece tenga significación para su vida personal en el contexto particular en el que vive y actúa.
Mantener o reforzar la autoestima, el gusto por aprender cosas nuevas, adquirir nuevas habilidades o enriquecer los conocimientos presentes, son motivantes para el aprender. Más que la edad, son las condiciones de aprendizaje y los estímulos los que van a movilizar el potencial de los mayores.
La falta de entrenamiento y el natural enlentecimiento que sobreviene con los años es la causa por la cual en muchas pruebas, los jóvenes obtienen mejores puntajes que los mayores, pero cuando la presión del tiempo no es inhibitoria, el aprendizaje es más sólido y preciso que el de los jóvenes. Un marco adecuado facilita la conexión entre los nuevos contenidos a aprender y los ya sabidos, posibilita encontrar las relaciones complementarias con las experiencias acumuladas y procesar paso a paso los nuevos contenidos del aprendizaje.
Partir de la experiencia vital, favorece la incorporación de nuevos conocimientos, cuando estos son coherentes con valores, creencias, actitudes conocimientos, habilidades y hábitos facilitan el proceso, en caso contrario aparecen las resistencias y las dificultades, predominando los obstáculos epistemofílicos por sobre los epistemológicos.
Metodologías participativas
Las diversas experiencias universitarias se pueden calificar de acuerdo a la modalidad con la cual se relaciona la Universidad con las personas mayores.
La primera forma es la persona mayor como objeto de estudio, objeto pasivo. Se estudia el envejecimiento humano con diferentes cursos de formación, psicología, nutrición, geriatría, gerontología, etc. con residencias y pasantías.
La segunda es cuando los mayores son los clientes, cuando de forma aislada y distante del contexto universitario los mayores “compran” los conocimientos actualizados y producidos por la academia.
La tercera es cuando el adulto mayor es activo en las diferentes instancias de la institución, cuando es un sujeto participativo y representativo en cuanto a su singularidad.
La participación no solo en el trabajo y en el aprendizaje áulico, sino en el seguimiento y desarrollo de las actividades educativas es un factor relevante para que los programas respondan a las demandas y diferencias de los mismos destinatarios.
No solo se aprenden nuevas disciplinas, sino que también se aprenden nuevas formas de aprender, el trabajo en equipo, las modalidades grupales, el diálogo generacional e intergeneracional, la valoración de las experiencias de vida particular, la horizontalidad en la relación docente alumno, se constituyen en nuevas prácticas sociales y educativas, que permiten introducir a los mayores en nuevas experiencias de socialización.
La participación permite recuperar los saberes previos, que poseen los alumnos y que constituye no solo el insumo de entrada en el acontecer educativo, sino que marcan el proceso y sus resultados.
Educar en la participación y para la participación, significa ampliar los recursos culturales de la sociedad, implica el reconocimiento de los mayores como productores y reproductores de bienes culturales. A nivel individual, las condiciones que exige la participación educativa son, para las personas mayores, una contribución a la humanización de sus relaciones, una permanente reflexión acerca del sentido de su existencia y en ejercicio por comprender, leer e interpretar críticamente el devenir de la historia y su propia condición humana.
Lo que diferencia a los alumnos mayores de los otros es el objetivo final, que es acceder al conocimiento y al saber actualizados, desarrollar posibilidades e intereses que los incluyan en la actualidad social y/o familiar, o simplemente aprender por que les produce placer.
Son alumnos que comparten las aulas, pasillos, bares, colas en la fotocopiadora, comparten con otras generaciones el contacto cotidiano, sin tener que competir en una clase con los más jóvenes, pero si a compartir un espacio vital.
Conclusiones
Es esencial asegurar el derecho a la educación para todos, particularmente a los grupos más vulnerables de la sociedad.
Es primordial que el reconocimiento del derecho a la educación a lo largo de toda la vida vaya unido a las medidas que establezcan las condiciones necesarias para ejercer tal derecho.
La educación que nos ocupa es la que permite trascender la satisfacción de las necesidades fundamentales de sobrevivencia hacia necesidades básicas de desarrollo de las potencialidades personales y colectivas.
Esto significa ubicarse en la educación entendida como “paidea”, como “bildung” (construcción) como trascendencia y no la educación como capacitación, como posibilitadora de inserción en el campo laboral.
Los programas que se desarrollan desde la perspectiva cultural crítica contribuyen a afianzar los procesos de desarrollo de ciudadanía.
En esta visión, la promoción de la ciudadanía significa, en primer término, el desarrollo de la ciudadanía civil, entendida básicamente como el respeto a la autonomía de las personas. En segundo lugar, significa el desarrollo de la ciudadanía política, es decir, la extensión de la gama de agentes de la sociedad que participan en los procesos deliberantes y decisorios.
Es, en tercer lugar, la promoción de la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales, dentro de los límites de las posibilidades de cada sociedad.
En las sociedades de información de hoy, es también, la capacidad de los ciudadanos de disponer de los conocimientos y bienes necesarios para participar como actores en los flujos de información, en la circulación de conocimientos y en el diálogo mediático, y para adaptarse a nuevos procesos de gestión y organización.
Finalmente, en el sentido más republicano, es la promoción de la capacidad de los Estados y los sistemas políticos de absorber y reflejar las nuevas prácticas de los movimientos sociales y combinar las políticas públicas con el capital social que la propia sociedad, a través de sus organizaciones, va forjando.
Las experiencias comunes otorgan relación al grupo, el derecho a una existencia cultural por parte de las personas supone convivencia con todos los sectores sociales.
Es importante facilitar a las personas mayores a las nuevas formas de convivencia social, porque un buen envejecer dependerá de adaptarse activamente a las circunstancias sociales, a la capacidad para la participación ciudadana, ya que una sociedad solo lo es si favorece la inclusión y rechaza toda forma de exclusión social
La educación debe dejar de ser un momento en la vida para transformarse en una dimensión de la vida.
Lic. David Zolotow
Diciembre 2011
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