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Dinámica demográfica en Cuba: Un desafío inaplazable

Viernes, 01 de Marzo de 2013
Recortes de prensa

Explican algunos teóricos del periodismo que el exceso de cifras puede enrarecer la lectura, volverla oscura, difícil de decodificar. Y si se usan al comienzo del escrito el mal puede ser mayor. Sin embargo, en determinados temas no queda más opción que recurrir a estas como tabla salvadora para el entendimiento.

De tal forma, el análisis de la dinámica demográfica en Cuba deberá partir de números que generen interpretaciones confiables. Según datos preliminares aportados por el más reciente Censo de Población y Viviendas el 18,3 por ciento de los cubanos tiene 60 años o más. Otros estudios indican que para el 2030 este sector poblacional ascenderá a un 30 por ciento. Además, actualmente la esperanza de vida ronda los 78 años.

Los niveles de fecundidad, por otro lado, se mantienen bajos: hace más de 30 años Cuba no cubre la tasa de reemplazo poblacional, es decir, las mujeres no dejan una hija que las reemplace en el rol reproductivo, en el 2011 la población femenina tuvo como promedio 0,86 hijas por mujer. Y la proporción de personas de 0 a 14 años ha ido disminuyendo hasta ubicarse alrededor del 17 por ciento.

Estos números hablan de una compleja situación demográfica en la Isla, marcada por el fenómeno del envejecimiento poblacional y la baja natalidad, todo lo cual es imposible desligar de la política social de la Revolución que ha puesto en el centro de su quehacer a hombres y mujeres.

Así, los cubanos están entre los habitantes que más años viven en este mundo desigual. Paralelamente, las féminas, con elevados niveles de escolaridad e incorporación laboral y social, acortan los momentos para la procreación, cuestión esta última que no solo pasa por la realización profesional de las cubanas, en ellas impactan también las condiciones económicas del país, las cuales complican el camino de la maternidad.

A ello se suma el saldo migratorio que, junto con la esperanza de vida al nacer y la tendencia de los nacimientos, afecta la estructura demográfica del país.

La complejidad y magnitud de todos estos factores es el principal desafío socio demográfico que debe enfrentar la nación por su impacto en la vida social, económica y familiar, además de su incidencia en la seguridad y la asistencia social, la defensa del país, los servicios de salud y en la reposición de la fuerza de trabajo (en el 2021, se estima que la diferencia entre los que salen del sistema de trabajo y los que entran ascienda a más de cinco mil 700; en el 2030, la diferencia será de algo más de 78 mil).

De ahí que el tema reciba atención priorizada por el Gobierno, para lo cual fue creada una Comisión integrada por los ministros de los organismos y jefes de entidades nacionales con mayor incidencia en el tema: Trabajo y Seguridad Social, Finanzas y Precios, Economía y Planificación, Salud Pública, Educación, Educación Superior, Cultura, Industria Ligera, Comercio Interior, Construcción, así como el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación y el Instituto Cubano de Radio y Televisión.

Son ellos los responsabilizados con proponer la estrategia integral a seguir por el país, la cual deberá considerar factores económicos, sociales, culturales, biológicos, así como todas sus consecuencias para luego ofrecer respuestas de largas luces.

Para el 2013 se incluyó en el Plan de la Economía un monto financiero de 58 millones de pesos el cual está en correspondencia con las posibilidades reales de Cuba y respalda 30 medidas dirigidas a atender a los adultos mayores y a estimular la natalidad.

Ellas forman parte del Plan de organismos, entidades y gobiernos locales, serán chequeadas periódicamente y aunque no resultan la solución integral que se busca pues son muchas las necesidades acumuladas, van apuntando hacia lo más urgente.

Así se reflejan en el plan de la Economía, por ejemplo, acciones encaminadas a estimular la fecundidad, disminuyendo los riesgos de infertilidad femenina. De tal forma se prevé incrementar la capacidad de atención profesional a la pareja infértil, así como la utilización de técnicas de fertilización asistida in vitro.

Además se incorpora la conservación y reparación de círculos infantiles, en coordinación con los gobiernos locales. Lo mismo sucederá con las casas de abuelos y los hogares de ancianos.

Se dispone también la realización de exámenes de salud una vez al año a los adultos mayores, así como la compra y producción de prótesis, andadores, bastones, collarines, sillas de ruedas...

En tal sentido, resulta imprescindible responder al asunto con una estrategia coherente que, entre otros factores, esté acompañada de un análisis de viabilidad económica. Hacia el sustento de cada una de las soluciones que necesita el reto demográfico de la Isla, también se encamina la actualización de la economía cubana.

El envejecimiento poblacional es un proceso inevitable, toca al país asumirlo con responsabilidad, más cuando ha sido el producto de la vocación humanista de su Revolución. En tanto, la baja natalidad obliga a proponer soluciones de toda índole que estimulen y hagan grato el ejercicio de la maternidad. Disímiles medidas se estudian para que las tendencias a mediano plazo sean más favorables.

Entender el fenómeno en su plenitud, viéndolo desde todas sus aristas, prestando atención a los investigadores y poniendo el oído en los saberes populares parecen las mejores vías para desenredar lo hilos que hacen de este un desafío inaplazable.

Fuente: Periódico 26 - 27/2/2013.
http://www.periodico26.cu/index.php/es/principal-es/6217-dinamica-demografica-en-cuba-un-desafio-inaplazable