Al celebrar hoy el Día Internacional de la Mujer vemos con preocupación que la violencia hacia las mujeres adultas mayores continúa encubierta bajo la idea de que éstas se encuentran protegidas de las violencias de género; que sus problemas se resumen, esencialmente, en vulnerabilidades asociadas a pobreza y requerimientos de salud y cuidado.
A dicho ocultamiento contribuye la visión que asocia la violencia sexista únicamente con el ciclo de vida reproductiva de las mujeres. Se pasa por alto que la violencia hacia las mujeres es fruto de una histórica construcción cultural de desigualdades e inequidades que acompañan, en un continuo, la totalidad de su transcurso de vida. Por ello, la violencia de género no tiene límites de edad: no se detiene antes, ni al finalizar el ciclo reproductivo en la vida de las mujeres.
Aunque valoramos que hoy se empiece a hablar de la violencia persistente “en todas las edades de la vida de las mujeres”, es indispensable visibilizar y tener en cuenta que esta se extiende a la totalidad de su transcurso vital. Únicamente así es posible que la violencia hacia las mujeres viejas se refleje en los registros de estadísticas de violencias de género, los que hasta ahora solo incluyen edades que van de los 15 a los 49 años. El subregistro de violencias hacia las mujeres de 49 y más años, favorece la proliferación de malos tratos, de abusos, de violencia psicológica, económica, electoral, física y sexual hacia mujeres de edades avanzadas.
Además, tener en cuenta que las violencias persisten, en diferentes formas, a lo largo de sus vidas, permite que las mujeres mayores accedan y se beneficien de políticas, programas y acciones que, en la práctica, contribuyan a poner fin a las violencias contra las mujeres de todas las edades y condiciones.
Desde la Red Latinoamericana de Gerontología hacemos un llamado a los organismos internacionales, a los gobiernos de la región y a las organizaciones no gubernamentales que trabajan a favor de los derechos de la mujer, para adoptar con urgencia medidas concretas que pongan fin a todas las formas de violencia hacia las mujeres en todas las edades de la vida.
Ser mujer y ser vieja hoy en América Latina no tiene por qué seguir siendo un destino ni biológico, ni socio-cultural desventajoso, sin equidad, ni poder!
Ximena Romero – Coordinadora RLG
Christel Wasiek – Asesora RLG
8 de marzo de 2013.