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El Reporte Mundial de Alzheimer 2014, revela evidencias persuasivas para la reducción del riesgo de padecer demencia

Lunes, 22 de Septiembre de 2014
Envejecimiento y vejez


El riesgo de demencia para la población puede ser modificado a través de control del tabaco y mejor prevención, detección y control de la hipertensión y la diabetes.

Londres, 17 de Septiembre del 2014: El Reporte Mundial de Alzheimer 2014, "Demencia y Reducción de Riesgo: Un análisis de los factores protectores y modificables", fue lanzado hoy y hace un llamado para que la demencia sea integrada a nivel mundial y nacional en los programas de salud pública junto a otras Enfermedades Crónicas No Transmisibles (NCDs, por sus siglas en Inglés).

Alzheimer's Disease International (ADI) encargó a un grupo de investigadores liderados por el Dr Martin Prince del King's College de Londres, a producir este reporte. ADI, está publicando este reporte en conjunto con el Día Mundial de Alzheimer (21 de Septiembre) y como parte del Mes Mundial del Alzheimer, una campaña internacional para crear consciencia y combatir el estigma.

El reporte revela que el control de la diabetes y la hipertensión y medidas para estimular el dejar de fumar y reducir el riesgo cardiovascular, tienen el potencial de reducir el riesgo de demencia, aun tarde en la vida. El reporte encontró, que la diabetes puede aumentar el riesgo de demencia en un 50%. La obesidad y la falta de actividad física son factores de riesgo importantes para la diabetes y la hipertensión, y por lo tanto también deben de abordadas.

Mientras la salud cardiovascular está mejorando en muchos países de altos ingresos, muchos países de bajos y medianos ingresos, muestran un patrón reciente de aumento a la exposición de factores de riesgo cardiovasculares, con un aumento en el índice de la diabetes, enfermedad cardiaca y el ictus.

El reporte demuestra que el dejar de fumar, está fuertemente unido a una reducción en el riesgo de demencia, por ejemplo, estudios de incidencia de demencia entre las personas de 65 años y más, muestra que los ex fumadores, tienen un riesgo similar a aquellos que nunca han fumado, mientras que aquellos que continúan fumando tienen un riesgo mucho más alto.

El estudio reveló, que aquellos que habían tenido oportunidades de un nivel educativo más alto, tenían un menor riesgo de demencia tarde en la vida. Las evidencias sugieren que la educación, no tiene impacto sobre los cambios cerebrales que llevan a demencia, pero reducen el impacto sobre las funciones intelectuales.

La evidencia en este reporte sugiere que si llegamos a la vejez con un cerebro bien desarrollado y saludable, es más probable que vivamos una vida más larga, más feliz y más independiente, con un chance mucho más reducido de desarrollar demencia. La promoción de la salud cerebral, es importante a lo largo de la vida, pero sobre todo en la vida media, ya que los cambios en el cerebro pueden comenzar décadas antes de que aparezcan los síntomas.

El estudio llama con urgencia a los programas de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, (NCD, por sus siglas en Inglés), a ser más incluyentes de los adultos mayores, con el mensaje de que nunca es tarde para hacer cambios, ya que el curso futuro, de la epidemia mundial de demencia, dependerá de manera crucial de que tan exitosos o fallidos sean los esfuerzos de mejorar la salud pública a nivel de la población. Combinar esfuerzos para abordar el incremento de la carga mundial de las (NCDs), será estratégicamente importante, eficiente y costo efectiva. Vivir un estilo de vida más saludable, es un paso positivo hacia la prevención de muchas enfermedades de largo plazo, incluyendo, el cáncer, las enfermedades cardiacas, ictus y diabetes.

El Profesor Martin Prince, del King's College del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencias de Londres, y autor del reporte, comento: "Hay evidencias de varios estudios de que la incidencia de demencia está disminuyendo en países de altos ingresos, debido a mejoras en la educación y la salud cardiovascular. Necesitamos hacer todo lo que podamos para continuar este tren. Con un costo mundial de US 600 billones, la apuesta no puede ser más alta."

Marc Wortmann, Director Ejecutivo, de Alzheimer's Disease International, dijo: "Desde la perspectiva de salud pública, es importante notar, que la mayoría de los factores de riesgo para demencia, coinciden con los de otras Enfermedades Crónicas No Transmisibles (NCDs). En los países de altos ingresos, hay un mayor foco en estilos de vida saludables, pero no siempre es el caso en países de bajos y medianos ingresos. Para el 2050, estimamos que un 71% de las personas con demencia vivirán en estas regiones, de manera que implementando campañas efectivas de salud pública, podemos ayudar a reducir el riesgo mundialmente."

El Profesor Graham Stokes, Director Global de Dementia Care, de Bupa, dijo: "Mientras la edad y la genética son partes de los factores de riesgo de la enfermedad, el no fumar, comer más saludable, hacer ejercicios y tener una buena educación, acompañado esto de actividades que desafíen el cerebro, para asegurar que este se mantenga activo, puede jugar la parte de minimizar la probabilidad de desarrollar una demencia. Las personas que ya tienen demencia, o signos de ella, pueden también hacer estas cosas, que ayudarán a enlentecer la progresión de la enfermedad."

Fuente: Alzheimer's Disease International (ADI) http://www.alz.co.uk/