Informaciones
Editorial Nº 63 de Abril de 2005
El clientelismo polÃtico puede ser una amenaza a la participación de los adultos mayores
En los últimos años se viene observando un notorio aumento del interés de los gobiernos por impulsar planes y programas para adultos mayores lo que de algún modo revela que la situación de éstos comienza a ser centro de atención del mundo polÃtico. Siendo esto un paso importante que nadie podrÃa desconocer, queremos llamar la atención de ustedes frente al fenómeno del clientelismo polÃtico que, de instalarse como "lógica informal" de asignación de recursos, podrÃa tornar ineficaces los resultados de los recursos destinados a dichos planes y programas.
Si bien el clientelismo polÃtico ha sido una práctica con la que nuestras democracias vienen conviviendo por larga data, no reconocerlo y encararlo como problema a superar puede imprimir serio retraso en afianzar una polÃtica social que considere las necesidades de todos los grupos sociales y etareos. El clientelismo polÃtico promueve un concepto utilitarista de la polÃtica que tiene como resultado la constitución de un tipo de individualismo asocial. Poco se avanzarÃa si los adultos mayores se acoplaran a esa lógica para ejercer su poder como votantes imponiendo sus propios intereses sin tener en cuenta los intereses de otros sectores y grupos sociales.
El desafÃo de construir una sociedad para todas las edades pasa también porque la clase polÃtica comprenda que el proceso de revalorización de su autoestima que están viviendo los adultos mayores, debe ser apoyado y fomentado para que los adultos mayores se organicen, para que desarrollen y afiancen sus propias asociaciones y a partir de ellas se incorporen al diálogo social necesario e indispensable para encarar los retos que la pobreza impone al desarrollo de nuestros paÃses.
La práctica señala variados caminos que revelan que es posible el desarrollo de aquel diálogo social: en Brasil se realiza a través de la integración de los adultos mayores en los Municipios, en Perú, por iniciativa de las ONGs, se constituyen Redes o Mesas de trabajo a nivel local y regional, por citar algunas de aquellas experiencias. No atender a esta situación con una visión de más largo plazo y no promover la participación de las organizaciones de adultos mayores en instancias de diálogo social, bien puede coartar la incorporación y contribución de los adultos mayores al desarrollo de nuestros paÃses.
Ximena Romero – Coordinadora RLG
Christel Wasiek – Asesora de la RLG
1 de Abril de 2005.-