Brecha de género en este derecho llega a 20 puntos porcentuales.
En la mayoría de los países las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de cobrar una pensión en la vejez, lo que propicia que tengan más posibilidades que los varones de vivir en hogares pobres, informó ONU-Mujeres.
De acuerdo con los datos del informe “El progreso de las mujeres en el mundo 2015- 2016”, que publicó ONU-Mujeres, en más de un país la proporción entre ambos sexos al recibir una pensión jubilatoria (contributiva o no contributiva) es muy desigual.
Sólo en Kirguistán (Asia central), Finlandia, Alemania, Bolivia, Botswana (sur de África) y Brasil, prácticamente 100 por ciento de mujeres y 100 por ciento de hombres reciben pensiones, según la investigación del organismo internacional.
Sin embargo, en el resto de las naciones la cobertura de pensiones para mujeres es muy inferior a la de los varones; y en algunos casos la cobertura de esta prestación para la población en general no llega ni a 50 por ciento.
En el caso de España, por ejemplo, 97 por ciento de hombres recibe una pensión para su vida en la adultez mayor, mientras que sólo 47 por ciento de las mujeres cuentan con esta garantía.
Otro caso es Egipto, donde únicamente 8 por ciento de las mujeres cuentan con una pensión jubilatoria, en contraste con 62 por ciento de los varones.
La situación es peor en países africanos como Burundi o Camerún y otros centroamericanos, donde la brecha de género persiste a pesar de que ni en el caso de los hombres se consigue que más del 10 por ciento tenga cubierta esta pensión.
En total, en algunas naciones la brecha de género en la cobertura de pensión para la vejez llega a ser hasta de 20 puntos porcentuales.
De acuerdo con la investigación, estas diferencias se deben a la desigualdad de oportunidades laborales que enfrentan las mujeres y a su elevada presencia en trabajos con bajos salarios.
Como consecuencia de no contar con esa prestación, la población femenina presenta una vulnerabilidad mayor ante la inseguridad económica y la dependencia financiera, además de que propicia que ellas tengan más probabilidades que los hombres de vivir en hogares pobres.
Por esto, la ONU determinó que los Estados deben proporcionar acceso a las mujeres a la protección por desempleo, incluso a través de programas de obras públicas, y establecer un piso salarial a través de políticas de salario mínimo adecuadamente diseñadas.
Otra medida es garantizar que los programas de transferencias monetarias tengan en cuenta los derechos de las mujeres, además de reformar los sistemas de pensiones contributivas para reducir las brechas de género en el acceso a las prestaciones, incluso –observó– a través del otorgamiento de créditos por las tareas de cuidado, lo que compensaría la pérdida de contribuciones sociales durante los periodos de inactividad laboral de las mujeres al atender a otras personas.
Fuente: Cimacnoticias – México, DF- 05/01/2016
http://www.cimacnoticias.com.mx/node/71515