La mayoría de los estudios de investigación de las relaciones entre padres e hijos se centran en cómo los padres ayudan a sus hijos - desde la infancia hasta la edad adulta - en términos de apoyo financiero, emocional y social. Este estudio plantea un giro, preguntando lo que los adultos jóvenes, en sus años 20, hacen en términos de apoyo a sus padres, que están, por lo general, en su mediana edad. Los participantes completaron un cuestionario que preguntaba acerca de las formas y la frecuencia de apoyo que les daban. Por ejemplo, se evaluó cómo escuchaban una charla de los padres acerca de la vida diaria; si les daban apoyo emocional, compañerismo y asesoramiento; y si proporcionaban apoyo financiero.
Como hallaron los investigadores, las dos formas más frecuentes de apoyo de los más jóvenes hacia los más ancianos fueron descriptas como un suministro de apoyo emocional y de escucha. Se podría decir que los padres estaban expresando sus sentimientos a sus hijos, que estaban escuchando con empatía y reforzando su moral. Un gran porcentaje de los hijos (un 90%) informó que escuchaban a los padres hablar de la vida diaria, al menos una vez al mes. Sin embargo, en términos de apoyo financiero, los investigadores encontraron poca evidencia de que los adultos jóvenes les dieran dinero o algún apoyo práctico a sus padres.
Los investigadores también se interesaron en la relación entre los vínculos intergeneracionales y los patrones de apoyo. Aquí, a los padres también se les preguntó sobre la cantidad de ayuda que ellos habían proporcionado, y cuánta habían recibido de sus hijos. Curiosamente, los padres no recordaron que sus hijos dieron toda la que éstos afirmaron. Este hallazgo se puede interpretar de muchas maneras. Sin embargo, cuando ambos (padres e hijos) calificaron su relación como de alta calidad (con mucho cariño), tanto los hijos como los padres acordaron en que se les dio más ayuda. Se podría decir que dar ayuda resultó ser recíproco en este caso, brindando ambos mucha cantidad unos a otros. Al mismo tiempo, el apoyo de sus hijos era probable que fuera principalmente financiero. En una estrecha relación, los padres tienden a dar dinero y a recibir apoyo emocional. Por desgracia, cuando los padres necesitaban dinero, parecía haber poca diferencia en la cantidad con la que sus hijos les ayudaban. Al menos, se puede extraer una conclusión: los padres deberían prestar especial atención a encender y mantener los lazos afectivos con sus hijos.
De: Young Adults’ Provision of Support for Middle-Aged Parents (El apoyo de los adultos jóvenes a sus padres de mediana edad), por Yen-Pi Cheng, Kira S. Birditt, Steven H. Zarit y Karen L. Fingerman. El diario de la gerontología: Serie B. Ciencias psicológicas y ciencias sociales, 2013, 70, 407-416. doi: 10.1093/geronb/gbt108
Kenneth y Mary Gergen
Boletín del Envejecimiento Positivo N° 81
Septiembre – Octubre 2015.
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