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Perú. Por un envejecimiento sin discriminación
Los estereotipos, ideas preconcebidas erróneas sobre la vejez y el proceso de envejecimiento, —como el tener muy mala memoria, enfermarse constantemente, aislarse de los demás, no adaptarse a los cambios o no poder aprender cosas nuevas—, se expresan en la discriminación, el tratamiento diferente, injustificado o carente de razón, que se otorga a las personas adultas mayores.
Basta ver cómo las normas ─cualquiera sea su nivel de importancia o jerarquía─, hacen distinciones sin más sustento que la edad; o la atención y los servicios que se brindan a las personas mayores de 60 años no promueven el ejercicio de sus derechos fundamentales y constitucionales.
Tomar conciencia de la discriminación, que afecta a este grupo vulnerable, implica erradicar los estereotipos que las personas y la sociedad suelen tener respecto a las personas mayores, que en muchos casos se traducen en crear niveles de dependencia que afectan su autonomía y libertad, propiciando una desmedida sobreprotección o, de lo contrario, sometiéndolos a un abandono físico, moral y emocional, situaciones que podrían producir la afectación de sus derechos fundamentales como la salud, la educación, el acceso al empleo y la justicia, entre otros.
Al conmemorar el Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra cada 1º de octubre, no podemos sino recordar que es el Estado quien tiene la obligación de implementar políticas públicas que combatan la discriminación de las personas adultas mayores, y garantizar, a su vez, que los servicios públicos que se brindan tengan por fin mejorar su calidad de vida.
Al respecto, se debería tomar en cuenta los datos que caracterizan a esta población, así el Instituto Nacional de Estadística e Informática señala que las personas adultas mayores representan el 9,9% de la población en el presente año. Adicionalmente, revela que el 16,3% de este grupo poblacional no cuenta con un nivel educativo culminado, y el 18,4% de la población mayor de 60 años no sabe leer ni escribir.
Asimismo, con relación al derecho a la salud, el INEI informa que durante la primera parte del año 2016, el 52,3% de personas mayores ha padecido algún síntoma o malestar de su salud, y que el 24,9% de ellos no acudió a un establecimiento de salud debido a la demora en la atención, los problemas de accesibilidad y la desconfianza que estos problemas genera en ellos.
Estos datos nos confrontan a una realidad, referida a los servicios públicos que brinda el Estado a las personas y cómo la deficiencia de estos repercute de manera grave en los derechos fundamentales de las personas adultas mayores, lo que, a su vez, incide en su calidad de vida y en el respeto de su dignidad humana.
En ese contexto, el enfoque de derechos, que permite concebir a la persona adulta mayor como sujeto de derechos, con capacidad de expresar su voluntad libremente y de vivir con autonomía, es un instrumento relevante para la eliminación de la discriminación sobre el envejecimiento. Dicho enfoque debe ser promovido desde el Estado y la sociedad civil, con el fin de garantizar el ejercicio pleno de todos los derechos de las personas mayores en la sociedad.
Adjuntía para la Administración Estatal
Fuente: Blog Defensoría del Pueblo - 30/09/2016.
http://www.defensoria.gob.pe/blog/por-un-envejecimiento-sin-discriminacion/