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México. “No podemos esperar más": mujeres mayores

Viernes, 01 de Junio de 2018
Género y Envejecimiento

- La edad multiplica la discriminación; mujeres sin pensiones y sin cuidados.
- Reclaman al gobierno de Peña Nieto la ratificación de la Convención Interamericana para atender todos los envejecimientos.


Elda Montiel

Un vehemente llamado al gobierno mexicano para que ratifique la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, adoptada hace 3 años, hicieron ayer mujeres activistas, intelectuales y de la tercera edad, durante la presentación de la Declaración Envejecer con Dignidad y Derechos Humanos, surgida en Puebla en noviembre de 2017.

Esa Declaración que hizo pública ayer la Comisión Nacional de Derechos Humanos, insta a la ratificación de la Convención como eje central porque la vejez en México sufre innumerables avatares.

El gobierno de Enrique Peña Nieto aún tiene tiempo de ratificarla, afirmó Graciela Casas Torres, funcionaria de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

La Convención que hace visibles a las mujeres, fue firmada el 15 de junio de 2015, por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), señaló la maestra Casas Torres, coordinadora del Centro de Estudios sobre Gerontología de la Escuela de Trabajo Social.

Las mujeres mayores son un grupo en condición de vulnerabilidad, de riesgo solo por tener una edad cronológica de 60 o 70 años o más; las mujeres mayores tienen dificultades económicas, no todas tienen pensión; viven más pero padecen más enfermedades; prestan apoyo y cuidados pero no son reconocidas, hay una continuidad de vulneración de sus derechos durante su trayectoria vital.

La ratificación de la firma de la Convención Interamericana es la principal recomendación de la Declaración “Envejecer con dignidad y derechos humanos en México: Nuestra Meta” que fue adoptada en Puebla en el Foro Internacional “Derechos Humanos, género y envejecimiento: el papel de las organizaciones de la sociedad civil” los días 28 y 29 de noviembre del 2017.

Debe saberse que esta declaración fue suscrita por organismos de protección no jurisdiccional de derechos humanos, dependencias y entidades de los poderes ejecutivos, representantes de los poderes legislativos y judiciales del país, así como, instituciones de educación superior y organizaciones de la sociedad civil.

La maestra Casas Torres destacó que la vocación de la Convención permite hacer visible y reconocer a la población adulta mayor; poner en el centro de la vida pública con igualdad de derechos y condiciones.

Resaltó la visión de género en la lucha de los derechos de las mujeres jóvenes y mayores como protagonistas del cambio social. Dijo que como parte fundamental de trabajar los derechos humanos es poder exigir, “nosotros no podemos tener una ciudadanía pasiva ante el maltrato, ante la indiferencia, ante el no acceso a los derechos humanos.

Consideró que desde nuestro ser mujer, desde nuestro ser mayores, somos una pieza clave para mover lo que se necesita mover en este país: tenemos que saber exigir y vamos a ser ejemplo de familia, de comunidad, de la sociedad. Es el momento que tenemos que empoderarnos como sujetas de derechos.

Por su parte, Adriana Luna Parra, psicóloga y activista destacó que como persona mayor y feminista,” hablamos de la feminización de la vejez porque además de exigir nuestros derechos, la edad multiplica la discriminación más cuando se nos ha educado para ser bellas y servir a los demás”.

Explicó enseguida que cuando se vive violencia en el cuerpo de las mujeres, como el feminicidio, eso también incluye a las personas mayores; es tema de derechos humanos y de justicia. Llamó a reflexionar: ” tenemos que saber tomar las riendas de nuestra vida o el tiempo se va”.

La integrante del grupo Feministas Socialistas, dijo que el destino que marcó nuestro género, obliga a dejar de ser sumisas, tenemos que desaprender todo eso que nos enseñaron de ser la mujer linda.

Las mujeres mayores no pueden seguir esperando, el logro de sus derechos tienen que volverse acción a mediano o a corto plazo, por lo que instó a los responsables de la declaración a ser innovadores para implementar la Convención Interamericana de los Derechos de las Personas Mayores a partir de la declaración de “Envejecer con dignidad y derechos humanos en México: Nuestra Meta.”

No es posible pensar en una sociedad para todas las edades, no es posible pensar en un envejecimiento con dignidad, si no protegemos a este segmento de la población dijo Sandra Huenchuan representante de la Comisión Económica para América Latina quien agregó que para la CEPAL el tema de las mujeres mayores es importante pero aislado de la agenda. Criticó a la Convención Interamericana, por algunas debilidades en igualdad de género y la no discriminación de derechos humanos de la mitad de la población de edad avanzada.

No esperemos un terremoto para cambiar como sociedad: Verónica Montes de Oca

Para la doctora Verónica Montes de Oca, coordinadora del Seminario Interdisciplinario de Envejecimiento y Vejez de la UNAM, al comentar la declaración de Envejecer con dignidad y derechos humanos, afirmó que se trata de un momento histórico, “ya que estamos a unos meses de las elecciones en nuestro país y tenemos que seguir defendiendo los derechos humanos de la población”.

Recordó que el tema del envejecimiento se ha insertado de manera constante y permanente en nuestro país desde más o menos unos 25 años y ha cambiado de ser visto como un gran problema, una gran carga, a ser visto como un gran desafío, un gran reto para nuestras capacidades y nuestra generación. Como el diseño de políticas públicas.

El reto es ver qué pasa con la vejez de los hombres, los grupos LGTB, todas las formas de vejeces que tenemos en nuestro país; la vejez indígena, la vejez afroascendiente, la vejez de las mujeres, como se está dando el envejecimiento desde los jóvenes que no encuentran trabajo. Necesitamos cambiar, seguir progresando y tener una mirada hacia el futuro.

La académica dijo vehemente: No podemos esperar más, hemos ya trabajado mucho, hemos creado conciencia pero tenemos que asentarlo en políticas y en hechos, en normas que hagan justicia en la vida cotidiana de las personas, “pensemos sí en el envejecimiento y en la vejez pero también en los otros envejecimientos de la población mucho más joven que aún está experimentando momentos de su curso de vida, pensemos en políticas públicas no transversales sino también longitudinales que nos vayan siguiendo, nos vayan apoyando en cada riesgo en cada situación en cada contingencia tenemos que reforzar la solidaridad de nuestro país, no esperando un terremoto sino esperando cambiar con progresividad la calidad de vida.”

Por su parte la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Leticia Cano señaló que la grandeza de la Declaración nos permite reflexionar y tocar fondo para trabajar desde la academia, desde la investigación, desde la extensión de la cultura con enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género, con inclusión social, y con un respeto a la diversidad sexo genérica, una sociedad inclusiva, incluyente, que no discrimine.

Luego expresó su deseo de que la Declaración marque la diferencia de lo que tiene que ser nuestro país, que sea tan valiosa e importante para que las nuevas generaciones crean en nuestras instituciones y que un México con justicia y dignidad es posible.

Fuente: SemMéxico - 25/04/2018.
http://www.semmexico.com/gallery-post.php?id=4630