“Cada vez más adultos mayores optan por permanecer en el mercado laboral, buscando no solo un sustento económico sino también nuevos desafíos y oportunidades de aprendizaje.
Estas personas, de 65 años o más, enfrentan cambios significativos en su vida, tanto físicos como psicológicos, pero muchos de ellos eligen mantenerse activos, contribuyendo a la sociedad y la economía tanto en el ámbito laboral como en su vida cotidiana.
Marta Vivas, quien se jubiló como contadora general después de dedicar 38 años de su vida al Liceo Naval, decidió emprender una nueva aventura al establecer su propia tienda de lanas y tejidos. Con la ayuda de un crédito del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas del Ecuador (ISSFA), Marta convirtió su pasión por el arte de tejer en un negocio exitoso.
A pesar de los desafíos económicos, Marta ha sabido enfrentarlos con ingenio y perseverancia, encontrando soluciones creativas para mantener su negocio en funcionamiento. Incluso durante la pandemia de COVID-19, se adaptó y ofreció productos y servicios a través de pedidos a domicilio.
Marta cree firmemente en la importancia de la integración de las personas mayores de 65 años en la sociedad. Cree que cada uno de ellos posee una valiosa experiencia y una seguridad adquirida a lo largo de los años. Su tienda de lana se ha convertido en un lugar de encuentro para los amantes del tejido, un espacio donde se comparten risas, historias y, sobre todo, una pasión compartida.
La historia de Marta Vivas es solo una muestra del potencial y la valía de los adultos mayores en el mercado laboral actual. Su determinación y espíritu emprendedor nos recuerdan que la edad no es un obstáculo para emprender y alcanzar nuevas metas.
El mundo va envejeciendo
Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas, en 2021 había alrededor de 727 millones de personas mayores de 65 años en todo el mundo. Eso representa alrededor del 9% de la población mundial. Se espera que este número aumente a medida que la población continúe envejeciendo. Para el 2050, se estima que habrá 1.500 millones de personas mayores de 65 años en todo el mundo, lo que representará el 16% de la población total.
En muchos países existen leyes y políticas que protegen a los adultos mayores contra la discriminación laboral, pero estas medidas no siempre se aplican. Además, la falta de acceso a la educación y la formación continua dificultan que los adultos mayores se mantengan al día con las nuevas habilidades y tecnologías requeridas en el mercado laboral actual.
La capacitación es relevante para Luis Antonio Vega, zapatero de 76 años. Él subraya la importancia de que las personas mayores de 65 años se auto-eduquen sobre lo que les deparará la vida después de retirarse del mercado laboral, antes de recibir la jubilación. Su mensaje de autodesarrollo y aprendizaje continuo es un recordatorio oportuno de que la edad no define las capacidades y que es posible mantenerse activo.
La protección legal es insuficiente en Ecuador
En Ecuador, la Constitución de la República reconoce el derecho a trabajar y prohíbe la discriminación laboral por cualquier motivo, incluyendo la edad. Además, la Ley Orgánica de Discapacidades y su Reglamento, establecen medidas de protección y promoción del empleo para las personas con discapacidad, incluyendo a las personas mayores.
Pero no es suficiente. El envejecimiento de la población en Ecuador ha llevado a debatir la inclusión laboral de los adultos mayores. Se buscan políticas que valoren su experiencia, como el programa «Trabajo para el adulto mayor», generando oportunidades de empleo e ingresos. Se reconoce su potencial para contribuir positivamente a la economía y sociedad, y se promueve su adaptación a los cambios del mercado laboral mediante formación y capacitación. La integración activa de los adultos mayores es crucial para una comunidad equitativa y enriquecedora.
Los adultos mayores hoy en día contribuyen a la productividad nacional en áreas como agricultura, artesanía, pesca y turismo, transmitiendo sus conocimientos a nuevas generaciones. También aportan habilidades técnicas y administrativas en la gestión de empresas y organizaciones. Organizaciones internacionales como la OIT y la OMS reconocen su potencial en la sociedad y economía.
Según el estudio del Ministerio del Trabajo en 2021, hubo un aumento de 2.9 millones de adultos mayores en Ecuador. De acuerdo con el documento de Caracterización de grupos de población específica, realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la tasa de empleo adecuado en personas mayores de 65 años mostró al 15,1% en 2021 al 18,2% en diciembre de 2022, reduciéndose al 16,3% en enero de este año a nivel nacional.
Los más vulnerables
Los adultos mayores son un grupo vulnerable y puede ser objeto de abandono, negligencia y maltrato. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe “Maltrato a las personas mayores», aborda la problemática del maltrato hacia los adultos mayores. Esto puede deberse a una variedad de factores, como la falta de recursos financieros, la falta de acceso a atención médica adecuada, la soledad y el aislamiento social, entre otros.
Yicela Ayovi, médica geriatra, señala que el abandono de muchos adultos mayores no es una decisión consciente de sus familiares, sino que se debe a la necesidad económica de emigrar en busca de mejores oportunidades. El abandono de los adultos mayores es un «problema social» que requiere la atención y compromiso de toda la sociedad, agrega. Esto se refiere a la situación en la que son dejados a un lado sin recibir el cuidado, atención y apoyo necesario por parte de sus familias, comunidades o instituciones encargadas de su bienestar.
Los adultos mayores asisten a cursos de motricidad para adquirir nuevas habilidades y mantenerse ocupados después de la jubilación, lo que mejora su bienestar emocional. Un ejemplo es Lupe Maldonado, de 72 años, jubilada hace cinco años de analista de personal en la Universidad Central. Ella es líder del grupo «Alegría de Vivir», donde realizan actividades como danza, canto y ejercicios para mejorar la salud física y el bienestar. “Estos talleres pueden ser una oportunidad para nosotros de socializar y hacer nuevos amigos, lo que puede ayudar a prevenir la soledad y el aislamiento”, aclara.
Otra de las opciones es el Patronato San José. Esta entidad municipal ofrece varios talleres para adultos mayores donde ellos pueden demostrar su destreza y salir de su zona de confort. Los cursos emplean una metodología lúdico-educativa para mejorar la calidad de vida de esta población. Se enfocan en el aprendizaje a través de la experiencia y el juego.
Según Santiago Medina, educador físico del Patronato San José, los cursos de motricidad que ofrece esta institución tienen como objetivo principal fomentar la actividad física y su participación en la sociedad y su inclusión en diferentes ámbitos de la vida comunitaria. Para Medina, es importante que los adultos mayores se sientan bien tanto física como emocionalmente, y que se les brinde la atención necesaria para lograr este objetivo.
A pesar de los desafíos que enfrentan, los adultos mayores han demostrado una notable resiliencia y determinación al encontrar formas de mantenerse activos y seguir contribuyendo al desarrollo económico y social del país. Marta Vivas, Luis Vega y Cesar Pantiño han demostrado su valiosa experiencia y habilidades se convierten en un recurso invaluable para la sociedad.”
FUENTE: lahora.com.ec - 5/8/2023
https://www.lahora.com.ec/pais/jubilados-adultos-mayores-trabajo-superacion/