Llama el organismo a satisfacer las necesidades sociales de un creciente número de adultos mayores de 65 años de edad; precisa que México presenta en la actualidad un "envejecimiento moderado"
Notimex
El Universal online
Montevideo, Uruguay
Viernes 24 de marzo de 2006
América Latina y el Caribe iniciaron un proceso de creciente envejecimiento que se manifestará de manera muy evidente dentro de los próximos 20 años, aseguró aquà el experto de la Cepal, José Miguel Guzmán.
Guzmán señaló que la región se encuentra en una fase de rápido envejecimiento, lo cual implica que habrá que satisfacer las necesidades sociales de un creciente número de adultos mayores de 65 años de edad.
El especialista de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) apuntó que "América Latina llegará al 2050 con una situación mucho menos envejecida que la que tendrá Europa y tal vez con una situación como región similar a la de Europa en la actualidad".
En 2002 existÃan en la región 41 millones de adultos mayores, los cuales llegarán a 98 millones en 2025 y 184 millones en 2050, fenómeno que se vincula a cinco décadas de inversión en avances médicos y mejoras en las condiciones de vida.
En el caso particular de México, en la actualidad existen poco más de ocho millones de adultos mayores, equivalentes a un ocho por ciento de la población, cifra que deberÃa subir a 10 millones de personas dentro de 19 años (14 por ciento del total).
Explicó que "los paÃses deberán ver cómo hacen las transformaciones para que sus adultos mayores tengan las mejores condiciones de vida" dentro de los próximos años, atendiendo el crecimiento que experimentará ese sector de la población.
Guzmán, jefe del Area de Población y Desarrollo del Centro Latinoamericano de DemografÃa (Celade), añadió que "el desarrollo de los programas para adultos mayores son dispares e incompletos y aún existen áreas no cubiertas.
Señaló que "el avance en materia de programas sociales vinculados al envejecimiento es dispar, ya que existen en algunos paÃses programas efectivos que llegan a la población y mejoran la calidad de vida de las personas, pero en otros existen atrasos".
Explicó que "no basta con hacer inversión en seguridad social, sino que también hay que cambiar la visión que se tiene de los adultos mayores, su imagen, de tal forma que se sientan partÃcipes y exijan los derechos que les corresponden".
Según el estudio de la Cepal "La protección social de cara al futuro: acceso, financiamiento y solidaridad", el envejecimiento de la población latinoamericana ejercerá una considerable presión sobre los sistemas de pensiones en los próximos años.
El documento, divulgado el miércoles en el marco del 31 PerÃodo de Sesiones de la Cepal, explicó que el acelerado proceso de envejecimiento está caracterizado por una baja de las tasas de fecundidad y el aumento de la esperanza de vida en la región.
Precisó que existe un "envejecimiento incipiente" en Bolivia, Guatemala, HaitÃ, Honduras, Nicaragua y Paraguay, donde la proporción de mayores de 60 años era en 2000 de entre 5 y 7% de la población, tasa que llegarÃa a 15% en 2050.
Un segundo grupo está conformado por Belice, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guyana, México, Perú, Venezuela y República Dominicana, donde hay en la actualidad un "envejecimiento moderado".
En esas naciones, la población mayor de 60 años se ubica entre un 6 y 8% del total, tasa que deberÃa superar el 20 por ciento en 2050.
Luego se ubican Bahamas, Brasil, Chile, Jamaica, Suriname y Trinidad y Tobago, los cuales tienen un " envejecimiento moderado avanzado" , de entre un 8 y 10% de la población, y que deberÃan llegar a un 25 por ciento del total en 2050.
El último grupo está conformado por Argentina, Uruguay, Cuba, Barbados y Puerto Rico, entre otros paÃses, los que presentarán un "envejecimiento avanzado".
La Cepal subrayó que "estos apreciables cambios demográficos ejercerán, tarde o temprano, una creciente presión financiera sobre todos los sistemas previsionales de la región".
Añadió que "de ahà que los paÃses que utilizan modelos de reparto se verán cada vez más forzados a modificar significativamente los parámetros de sus sistemas y a hacerse cargo del financiamiento de pensiones no contributivas".