Por Daiana Rosenfeld
Criterios.com
02.06.2006
Buenos Aires, 31 may (CIMAC/Artemisa).- Cada vez son más las personas de tercera edad -especialmente mujeres- que salen de sus casas para participar de talleres artÃsticos, debates de actualidad o cursos a una institución que quizá nunca antes conocieron y o que ya extrañaban: la universidad.
En Argentina se amplÃa la oferta educativa dirigida a las personas mayores con lo que se contribuye a integrarlas a un nuevo ámbito social, mejorar su calidad de vida y a fortalecer el intercambio generacional. Son adultos mayores, técnicos, amas de casa, profesionales y jubilados que decidieron, pasados los 50 años, retomar con sus cuentas pendientes y mantenerse activos.
Para ellos, hay una amplia gama de lugares a los que pueden acceder. En la Universidad Nacional de La Plata, el Consejo Municipal de la Tercera Edad en convenio con la Facultad da cursos de capacitación, acceso y uso de internet, talleres de murga, de tallado en madera y folclore, de escritura y de estimulación y ejercitación de la memoria.
"Este es uno de los ejercicios fundamentales porque si con la madurez se produce un deterioro en la memoria, la idea es que de a poco puedan ir recuperándola con juegos como palabras cruzadas, tratamientos y tareas para que se lleven a su casa y sigan ejercitando", explica el médico gerontólogo Carlos Benahin, quien recomienda esta actividad para sus pacientes.
Otro de los programas educativos para adultos mayores es la Universidad de la Tercera Edad, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora para mayores de 60 años, misma que abarca áreas como periodismo, francés, historia o psicologÃa.
El camino del arte
Lurry tiene 65 años y estudia la carrera de Artes en la Universidad de Buenos Aires. Es docente jubilada, fue directora de una escuela primaria durante dos décadas y actualmente trabaja como operadora en psicologÃa social con menores en situación de riesgo social y en talleres de arte infantil y adolescente en la localidad bonaerense de Morón. Hizo el Ciclo Básico Común para ingresar a la Facultad y ya cursó tres materias de la carrera.
"Siempre me lo debÃ, era como una materia pendiente estudiar arte. Si logro hacer la carrera es porque quiero mantenerme joven, relacionarme con gente joven, con las nuevas ideas y las nuevas problemáticas. Hacer esto a mi edad es un desafÃo de vida" cuenta.
Las mujeres son más
En uno de los programas más completos, el de Extensión Universitaria del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires, en el Centro Cultural Ricardo Rojas, 80 por ciento del alumnado es femenino, con estudios secundarios en su mayorÃa o muchos profesionales como abogados, contadores o docentes.
Sin embargo, tener un tÃtulo no es un requisito para participar. "El hecho de que haya más mujeres en los cursos que varones, tiene que ver quizá con que ellas tienen menos miedo de socializar, de salir a la calle y de ser más activas. Pero no hay una respuesta cientÃfica para eso", opina el gerontólogo.
El Centro Cultural ofrece cursos destinados al cuidado del cuerpo como natación, hidrogimnasia, expresión corporal y técnicas para mejorar la postura y la salud del movimiento. En el área de arte, literatura y creatividad, hay talleres de narración oral, taller literario, literatura argentina, teatro, historia del cine, música, fotografÃa y pintura al óleo.
También hay cursos destinados al pensamiento filosófico, a la sociologÃa, a la religión, la historia del arte, el derecho y la historia polÃtica y social.
Andrea Matallana es la coordinadora del Programa de Adultos desde 2002 y cuenta que en los últimos cuatro años el proyecto ha crecido a un ritmo de 500 inscritos nuevos anualmente.
"Ya no podemos satisfacer la demanda. No crecemos más porque no tenemos la infraestructura suficiente y porque para eso están las facultades y las otras instituciones que realizan actividades parecidas" explica.