OBJETIVO:
Analizar la pertinencia y viabilidad de integrar una propuesta de pensión no contributiva con personas adultas mayores de 60 y más y años de edad excluidas de los sistemas de seguridad social en cuatro entidades del país (Distrito Federal, Hidalgo, México y Morelos).
Comité Organizador
Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor, IAP
Abriendo Camino, AC
Red de Nacional de Organizaciones de Jubilados y Pensionados, AC
Asociación Estatal de Cachibol, AC
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal
Universidad Iberoamericana, AC
Universidad La Salle
Fundación a favor de la cultura del retiro
Red Solidaria para el trabajo con el Adulto Mayor del Estado de Morelos
Unión y Progreso Hidalguense,
AC Trasfondo, AC
PROGRAMA DEL FORO
Objetivo
Analizar la pertinencia y viabilidad de integrar una propuesta de pensión no contributiva con personas adultas mayores de 60 y más años de edad excluidas de los sistemas de seguridad social en cuatro entidades del país (Hidalgo, Morelos, Estado de México y Distrito Federal).
09:00 a 9:30 Registro de Participantes
09:30 a 9:45 Bienvenida e Inauguración por las Autoridades de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México y del Comité Organizador.
09:45 a 09:55 Palabras del Dr. José Morales Orozco, S.J. Rector de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.
09:55 a 10:05 Palabras del Presidente de Cáritas Ciudad de México IAP., Lic. Manuel Rodrigo Zubillaga Vázquez.
10:10 a 10:30 Envejecimiento y pensión no contributiva en México
Dr. John Scott. Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)
10:30 a 10:35 Preguntas de los participantes
10:35 a 10:55 Los sistemas de seguridad social
Ponente: Doctorante. Cecilia Escobar M.
Fundación a favor de la Cultura del Retiro.
10:55 a 11:00 Preguntas de los participantes
11:00 a 11:20 Estado y ciudadanía: Los adultos mayores y las pensiones no contributivas.
Antropólogo Luis Gustavo González Pizarro. Chile
11:20 a 11:25 Preguntas de los participantes
11:25 a 11:45 Derechos de los adultos mayores y pensión no contributiva
Mtra. Rocío Magallón Mariné
Universidad La Salle
11:45 a 11:50 Preguntas de los participantes
11:50 a 12:05 Receso
12:05 a 14:00 TRABAJO EN MESAS
Mesa 1 (Salón F-114)
Estado y Ciudadanía: Los adultos mayores y las pensiones no contributivas.
Coordina: Ana Paula Otero Campo. UAEM
Mesa 2 (Salón F-115)
Derechos de los adultos mayores y pensión no contributiva.
Coordina: Iliana Esparza Romero. CDHDF
Mesa 3 (Salón F-116)
Los sistemas de seguridad social.
Coordina Mtro. Juan Vega Lomelí, UIA
14:00 A 15:30 COMIDA
15:30 a 15:45 Conclusiones mesa 1
15:45 a 16:00 Conclusiones mesa 2
16.00 a 16:15 Conclusiones mesa 3
16:15 a 17:00 La pensión no contributiva en Perú/Chile/DF., México
Rafael Quispe. Perú
Luis Gustavo González. Chile
Ricardo Gallardo. Dirección del Adulto Mayor, Gobierno del DF.
Coordina: Pablo Picardi Marassa.
17:00 a 17:45 Propuestas de pensión no contributiva y conclusiones
17:45 a 18:00 Palabras finales y despedida
INTRODUCCIÓN
En el marco del Programa Regional uno de los compromisos establecidos en el proyecto se refirió a la organización de un Foro sobre pensión no contributiva para adultos mayores de 60 y más años del Distrito Federal; es de destacar que este evento se convino organizarlo conjuntamente con representantes de tres entidades federativas más: Hidalgo, México y Morelos. La idea de incluir a organizaciones, personas grupos, coordinadores y representantes de organismos públicos de estas entidades fue con la finalidad de que la acción consistente en impulsar la propuesta sobre no contributiva permita ampliar sus beneficios hacia personas de edad de los estados referidos. Pero sobre todo porque las acciones que promueve la Fundación Bienestar del Adulto Mayor I.A.P a través del Programa Regional en América Latina y el Caribe, con adultos mayores forman parte de un programa de intervención social más amplio que se lleva a cabo en varias regiones del país.
De manera que lo reportado en esta Memoria, es resultado de un esfuerzo de concertación y sinergia con diversos actores locales, organismos públicos, del ámbito educativo y del legislativo, así como de representantes de entidades como las mencionadas, el cual inició prácticamente desde el mes de abril cuando se produjeron los primeros contactos y reuniones preparatorias con quienes conformaron el Comité Organizador.
En los meses de mayo y junio el Comité, como se indica más abajo, concentró los esfuerzos en integrar el programa del Foro, ubicar y dialogar con los especialistas en el tema, determinar la sede, contactar a las organizaciones y representantes participantes, asegurar su asistencia y participación, además de anticipar la logística y los insumos para el evento.
El Foro se desarrolló durante un solo día porque las condiciones no eran muy favorables para que los invitados y participantes al mismo acudieran por un día más. No obstante, la metodología prevista coadyuvó de manera importante para desahogar el programa de trabajo previsto y sobre todo el objetivo general.
A continuación se presentan los detalles de este importante evento.
INTEGRACIÓN DEL COMITÉ ORGANIZADOR
Como antes indicamos, la realización del foro fue posible gracias a la entusiasta, comprometida y voluntaria participación de organizaciones civiles, organismos autónomos, instituciones educativas, así como dirigentes de movimientos que trabajan con y a favor de las personas adultas mayores en la Ciudad de México, como las siguientes:
FUNBAM
Ernesto Padilla Nieto
Leticia Nava Fuentes
Celia Ramírez Posadas
Verónica Alva Salazar
Sembrando Camino, AC
Leticia Sánchez
Red Nacional de Pensionados y Jubilados
Juan José Perdomo
Universidad Iberoamericana
Pablo Picardi Marasa
Juan Vega Lomelí
Universidad La Salle
Rocio Magallón Mariné
CDHDF
Iliana Esparza
Asamblea Legislativa del DF
Fernando Cuellas
Red Solidaria del Adulto Mayor
del estado de Morelos
Rodolfo Jiménez
Ana Paula Otero
Liliana Peralta
Unión y Progreso Hidalguense, AC
Dionisio Fulgencio
El comité se sub dividió a su vez en cuatro comisiones:
a) Académica,
b) Difusión y enlace;
c) Coordinación de Mesas de Trabajo y
d) Logística.
La comisión académica tuvo como tarea principal la de identificar, e invitar a quienes han estudiado el tema sobre seguridad social y pensión no contributiva en nuestro país, comprometiéndolos para que prepararan y presentaran una ponencia.
La comisión de difusión se encargó, entre otras actividades de integrar un directorio de todos aquellos organismos, instituciones, representantes de OSC, movimientos, grupos, etc., que promueven de manera directa e indirecta acciones con personas adultas mayores; asimismo, de enviar información alusiva al Foro, elaborar e integrar los programas, carpetas, materiales de apoyo, entre otros.
La comisión de coordinación del trabajo en mesas, se concentró en elaborar los guiones de discusión y análisis que servirían de base para orientar la reflexión, discusión y planteamiento de propuestas en las mesas correspondientes; incluyendo la integración de conclusiones.
Finalmente, la comisión de logística se encargó de asegurar la reproducción e integración de materiales proporcionados a los participantes, insumos para el coffe break, en los recesos, registro, integración de reconocimientos, entrega de documentos básicos, entre otras actividades.
Los integrantes del comité celebraron cuando menos entre seis y siete reuniones, además de un incuantificable intercambio por correo electrónico.
DESARROLLO DEL ENCUENTRO
Inauguración y mensaje inicial
Conforme a lo previsto en el Programa, la actividad inició alrededor de la 9:45 de la mañana con un mensaje emitido por el Rector de la Universidad Iberoamericana, Dr. José Morales Orozco, SJ, quien planteó una interesante reflexión sobre el fenómeno de la vejez y el envejecimiento en el mundo y la sociedad mexicana, destacó la condiciones de inequidad en las que viven millones de personas adultas mayores, particularmente el hecho de que alrededor del 73% de los de sesenta y más años de edad no son sujetos de pensión e igualmente llamó la atención sobre la situación de los adultos mayores en los países desarrollados, quienes en más de un 80% disfrutan de protección social proveniente del Estado. Concluyó su intervención haciendo votos porque los resultados del Foro se conviertan en una esperanza para todos aquellos que no son beneficiarios de la seguridad social y particularmente los que se encuentran fuera de la protección social.
I. La visión de los expertos
Partiendo del objetivo del Foro, establecido en términos de reflexionar sobre la viabilidad y pertinencia de integrar una propuesta sobre pensión no contributiva para adultos mayores de la Ciudad de México, que no son derechohabientes de la pensión otorgada por el Gobierno del Distrito Federal –a través de lo que se conoce como la tarjeta Sí vale- y considerando también que la propuesta en cuestión pudiera extenderse a las personas de edad que de alguna manera se encuentran en la zona conurbana del DF, las exposiciones presentadas en esta parte, fueron desarrolladas por:
- Dr. John Scott - Doctorante Cecilia Escobar Martínez - Antropólogo Luis Gustavo González Pizarro - Psicogerontóloga Rocío Magallón Mariné
1.1. Envejecimiento y pensión no contributiva en México
John Scott organizó la exposición sobre la base de seis puntos: contexto general del envejecimiento en México, los sistemas de pensiones, participación de las pensiones en el PIB, tendencias generales de las pensiones, instrumentos de protección social, viabilidad de la pensión no contributiva.
Scott señaló que México es uno de los países de América Latina que menos recursos destina a la protección social de los adultos mayores, incluso por debajo de Bolivia. históricamente, los gobiernos han dejado en el desamparo a las personas mayores.
Asimismo, hizo referencia a que, cuando el Gobierno del Distrito Federal estableció la pensión para adultos mayores en la capital, muchos criticaron la medida a la que calificaron de "populista". Aunque entonces el presidente Vicente Fox cuestionó al jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, semanas más tarde justo en año electoral, anunció la creación de un programa similar pero de alcances más limitados.
El investigador llamó la atención en el sentido de que sólo dos de cada 10 mexicanos mayores de 65 años tienen acceso a una pensión. De igual forma, sostuvo que la pobreza en la tercera edad en México es un problema muy urgente, ya que es una población vulnerable a la que se ha marginado de las políticas sociales.
La extrema pobreza entre los adultos mayores en México es excepcionalmente alta en relación con América Latina. La pobreza es 70% superior en ese sector que en el resto de la población, por encima de países pobres como Bolivia, Guatemala, El Salvador o Costa Rica. En Brasil, donde el gobierno aplica una pensión básica de cobertura amplia en el sector rural, la tasa de pobreza en la tercera edad es menor en 25% a la tasa nacional.
Al hacer una comparación de las políticas sociales en la región, Scott encontró que en México, aún con el programa Oportunidades, destina apenas una décima parte de lo que los países de América Latina dedican, en promedio, a programas de pensiones no contributivos dirigidos hacia la población pobre. Nuestro país destina 0.04% del PIB a ello, cuando el promedio regional va de 0.4% a 1% del PIB.
Los recursos que otros países otorgan a programas de pensiones no contributivos focalizados en todos los casos, salvo Bolivia donde existe una pensión universal financiada con la renta petrolera son mayores que las de México. En este sentido, el investigador expuso los siguientes ejemplos: Brasil destina 1.3% del PIB; Bolivia 0.9%; Uruguay 0.62%; Chile 0.38; y Costa Rica, el 0.3%.
Luego de revisar los diversos instrumentos existentes en materia de protección para mayores, así como de cuestionar los sistemas de seguridad social por su notorio fracaso como instrumentos de protección social de la tercera edad, además de que dichos sistemas no cubren la cobertura de la población con menores ingresos, Scott concluyó que es posible eliminar la pobreza en la tercera edad en las condiciones actuales del país, por medio de una pensión básica universal.
Para extender la protección social a la población en condiciones de pobreza extrema y eliminar la indigencia en la tercera edad, se requiere implementar una pensión no contributiva, por un monto cercano a la línea de pobreza alimentaria (750 pesos mensuales). Una pensión básica universal sería fiscalmente sostenible para el próximo medio siglo bajo una trayectoria razonable de crecimiento económico y permitiría eliminar la pobreza en la tercera edad sin las distorsiones y los errores que implicaría una pensión focalizada.
En el caso de la pensión universal, las virtudes son múltiples, reiteró Scott, porque garantiza la cobertura prácticamente total de la población pobre y es la única estrategia que garantiza la eliminación de la pobreza extrema en la tercera edad si cuenta con un presupuesto suficiente. Además, una pensión universal no afectaría los incentivos laborales, de ahorro privado o de incorporarse a sistemas públicos contributivos de seguridad social, al no condicionarse el ingreso de los beneficiarios. Finalmente, una pensión universal prácticamente eliminaría los altos costos administrativos, al no suponer procesos de identificación y seguimiento.
Preguntas de los participantes
Al término de la exposición, el ponente recibió varias preguntas de los participantes en el Foro, una de ellas referida a la reciente reforma de la ley de pensiones del ISSSTE, otra más alusiva a la viabilidad de generalizar la pensión universal hacia otras entidades del país; asimismo, un representante de la Revolución Blanca, cuestionó el respaldo estadístico utilizado por Scott para sustentar la ponencia presentada y, finalmente, otro participante reiteró la necesidad de organizarse para lograr que el gobierno federal preste atención a sus demandas.
1.2. Los sistemas de seguridad social
Cecilia Escobar M. La doctorante Escobar realizó primeramente una breve reseña de los sistemas de seguridad social en el país, coincidiendo con Scott en el sentido del fracaso de dichos sistemas particularmente con los grupos de población vulnerable, los altos costos administrativos, la desviación de recursos, además de cuestionar los sistemas de ahorro para el retiro, establecidos desde la década de los noventa.
Se pronunció también sobre la viabilidad de la pensión no contributiva para adultos mayores, no obstante sostuvo que existen otras opciones para ampliar la seguridad social en personas de la tercera edad, la cual se fundamenta en una estrategia planteada por la organización que preside, cuya principal tesis se dirige hacia el fomento de la cultura del retiro
1.3. Estado y ciudadanía: los adultos mayores y la pensión no contributiva.
Luís Gustavo González, orientó su intervención en términos de interpelar, por una parte, la responsabilidad del Estado respecto del grado de cumplimiento de los acuerdos establecidos en las leyes vigentes, como de los compromisos internacionales suscritos por el gobierno mexicano, en materia de protección para las personas de edad; por otra parte, expuso un conjunto de reflexiones sobre la sociedad, pero en particular en cuanto a cómo la ciudadanía percibe el grado de cumplimiento hacia sus derechos, la información con la que cuentan al respecto, las condiciones para el ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales e igualmente en el sentido de la importancia que reviste participar, organizarse autónomamente con la finalidad de que las propias personas adultas mayores consigan interpelar a los agentes institucionales.
Nos convoca el reflexionar sobre las Pensiones No Contributivas y es un tema inherente a la Seguridad Social, es decir, que es propio a las Políticas Sociales-Públicas del Estado y que dicen relación con el gasto social, vale decir, con el presupuesto que el Estado destina para este fin. Sin embargo, se nos precisa que el marco de referencia serán los adultos mayores, es decir, toda persona mayor de 60 años, según criterio de las Naciones Unidas. Entonces, tendremos una lectura ética obligada que nos sitúa desde la dignidad humana, para lo cual es conveniente definir algunos términos y tener un horizonte en nuestro diálogo.
A. El Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional en Chile, en su Informe Final, precisa conceptualmente lo que entienden por seguridad social, como : "..al conjunto más amplio de prestaciones en materia de salud, accidentes del trabajo, seguros de desempleo, asignaciones familiares, subsidios maternales y pensiones, con que la sociedad, a través de la ley, cubre un conjunto de riesgos personales y sociales, mediante de mecanismos contributivos o no contributivos" (1).
Entendemos entonces que, la Seguridad Social es parte constitutiva de la Política Social y ésta, la Política Social, tendrá como función específica el promover el bienestar económico-social de la población, que implica una serie de intervenciones públicas que realiza el Estado, orientadas a asegurar a los ciudadanos un estándar mínimo, como derecho social en salud, vivienda, alimentación, salario, protección social, etc.
Para promover ese bienestar socio-económico en la población más empobrecida como necesitada, el Estado, en su Política Social, tiene un instrumento que son las Pensiones No Contributivas y, los ciudadanos que tienen derecho a recibir estas prestaciones son los que "se encuentran en situación de necesidad aunque no hayan cotizado nunca o habiendo cotizado, no lo hayan hecho durante el tiempo exigido en cada caso para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo".
Sabemos que la seguridad económica en la vejez depende de :
• Protección Social: Pensiones: - Contributivas: vejez, viudez.
- No Contributivas y Asistenciales
Subsidios: - monetarios
- Otros
• Trabajo(continuidad laboral, formalidad ,niveles salariales, emprendimientos )
• Recursos propios.
B. Las Pensiones No Contributivas para el Adulto Mayor, se enmarcan entonces en el derecho a la seguridad social que debe garantizar y promover el Estado; a su vez, implica que la sociedad debe ser capaz de responsabilizarse de aquellos que no pueden sostenerse por sus propios medios y deben ser protegidos por el Estado a través de estas prestaciones, que son a nombre y por mandato de la comunidad toda.
El asumir esta obligación, de reconocer el derecho a la seguridad social a través de las pensiones no contributivas para el adulto mayor, se rescata el principio de solidaridad, rechazándose, así, toda forma de marginación / exclusión del adulto mayor empobrecido.
Es al Estado, primeramente, que le compete la responsabilidad de brindar estas prestaciones necesarias para garantizar el mínimo social para la subsistencia del ciudadano/ adulto mayor, pero no libera a la sociedad civil del compromiso hacia estos más pobres.
Sin duda, que las pensiones no contributivas para el adulto mayor animan e impulsan las reflexiones y cuestionamientos en la formación y sentir valòrico de las personas /ciudadanas y a la forma del como se distribuye la riqueza nacional.
C. La CEPAL, en su Informe "América Latina y el Caribe: dinámica demográfica y políticas para aliviar la pobreza" (3), acota que las pensiones no contributivas, son un "instrumento de la Política Social de que dispone el Estado, para proporcionar seguridad económica a personas que no están en condiciones de generar ingresos por su cuenta y que no realizaron aportes durante su vida activa ". Y señala su análisis que "adquiere especial relevancia a causa del envejecimiento poblacional en América Latina y el Caribe en condiciones de crecientes niveles de desempleo, informalidad y precariedad laborales".En este contexto, la CEPAL señala, que los adultos mayores son más vulnerables y tienen una predisposición a caer en la pobreza con mayor facilidad debido a que la capacidad de generar ingresos es menor y "el retorno de su capital humano es más bajo comparativamente".
El Informe de la CEPAL pone en evidencia y denuncia que los "países con baja cobertura de la seguridad social, este hecho puede ocultar niveles de pobreza mayores en la población de personas de edad, por dos vías. En primer lugar, sus necesidades son diferentes a la de la población joven y las líneas de pobreza calculadas por el método tradicional de las canastas alimentarias y no alimentarias no reflejan adecuadamente las necesidades de las personas mayores (por ejemplo, las derivadas de sus problemas de salud). Si se incorporan estas dimensiones al cálculo de las líneas de pobreza, probablemente serían más altas que las correspondientes a la población joven. Las personas mayores en situación de pobreza pueden residir con hijos u otros familiares en mejor situación económica, con lo cual "salen" de la pobreza, aún manteniéndose ellos mismos como personas sin ingresos o con ingresos muy bajos".(4).
1.4. Derechos de los adultos mayores y pensión no contributiva.
Rocío Magallón Mariné. La intervención de la maestra Magallón tuvo como ejes básicos la descripción de los derechos establecidos en las leyes mexicanas, con énfasis en las disposiciones en materia del derecho de los mayores a la protección social, considerando unos ingresos económicos básicos, prevención y atención de la salud, alimentación, recreación y uso del tiempo libres, educación, empleo, entre otros.
De igual forma, expuso a los participantes la diversidad de modalidades existentes en materia de pensión no contributiva: pensión solidaria, universal, asistencial, entre otras.
Vinculado con lo anterior, presentó los modelos de seguridad social vigentes en el país, destacando sus alcances, limitaciones, cobertura, beneficiarios, además de destacar la cobertura insuficientemente atendida por instituciones como el IMSS e ISSSTE , además de los sistemas estatales y de otros organismos públicos descentralizados.
El énfasis de la intervención se colocó en la necesidad de incorporar la pensión no contributiva en la discusión pública, pero sobre todo que los legisladores elaboren un ante proyecto de ley con objeto de convertirla en un derecho que evite su asignación con un sentido discrecional, asociada a campañas electorales o de coyuntura administrativa.
II. Mesas de trabajo
Los propósitos particulares del trabajo en mesas fueron, entre otros, propiciar el diálogo de los participantes, reflexionar sobre la problemática compuesta por todas y todos aquellos adultos que no cuentan con seguridad para vivir la vejez con mejores condiciones, analizar los discursos emitidos por el grupo de especialistas en el tema y retomar los argumentos aportados en sus respectivas intervenciones para tenerlos como base en la propuesta sobre pensión no contributiva, recuperar las propuestas previamente elaboradas por los participantes y, con base en ese conjunto de aportes, predeterminar los elementos que permitan estructurar técnicamente lo que se conoce como fundamentación de motivos en la perspectiva de integrar un ante proyecto de ley sobre pensión no contributiva para adultos mayores de sesenta y m{as años de edad en la Ciudad de México, misma que sería presentada ante la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, con objeto de que sea turnada a la comisión en cuestión, discutida, analizada, dictaminada y aprobada ante el pleno correspondiente.
Para conseguir los propósitos enunciados, se organizaron tres mesas de trabajo, cuyo desarrollo se describe enseguida.
Mesa 1
Tema: Estado y ciudadanía: los adultos mayores y las pensiones no contributivas
Coordinadora: Ana Paula Otero Campo
No. de participantes: 35
Las intervenciones de los participantes en esta mesa colocaron la atención en varios aspectos destacando la falta de o bien insuficiente información sobre los derechos de las personas adultas mayores, lo cual influye en la comisión de violaciones diversas por parte de funcionarios públicos quienes niegan servicios, atención y apoyos que están previstos en los programas gubernamentales.
Vinculado con lo anterior se destacó la importancia de ampliar la difusión de los derechos humanos de las personas de edad, de manera que un mayor número de personas disponga de suficiente información sobre los derechos establecidos en las leyes vigentes.
En forma enfática se planteó la necesidad de impulsar un programa de asesoría, orientación, capacitación y ayuda económica para las y los cuidadores de adultos mayores en situación de dependencia, es decir que han dejado de valerse por ellos mismos. Los participantes manifestaron en este sentido su preocupación porque quienes fungen como cuidadores familiares adolecen de información, sensibilidad y herramientas que les permitan apoyar, cuidar y atender a quienes se encuentran bajo su cuidado. De igual forma, destacaron la falta o insuficiente apoyo proveniente de las instituciones asistenciales, tanto públicas como privadas.
En materia de los programas aplicados por organismos oficiales, desde los cuales se proporciona ayuda económica a personas de edad, manifestaron su preocupación por la falta de equidad tanto en términos de las entidades, como de los beneficiarios.
También se pronunciaron en el sentido de revisar y adecuar los tiempos previstos para la jubilación, argumentando que un importante número de adultos mayores, a la edad de 65 años aún cuentan con facultades para mantenerse en el mercado laboral.
En materia de las ayudas económicas que son proporcionadas a las personas de edad, hubo pronunciamientos para que dichos apoyos incluyan alimentos y medicamentos.
De igual forma, se manifestaron por realizar más acciones en común, pero sobre todo en el sentido de articular esfuerzos, conformar redes, organizarse autónomamente e incidir en la política pública.
En otras palabras, en esta mesa de trabajo las participaciones colocaron el énfasis en la defensa de los derechos económicos, sociales y culturales de los mayores
Mesa 2
Tema: Derechos de los adultos mayores y pensión no contributiva
Coordinadora: Iliana Esparza
No. de participantes: 30
La discusión en esta mesa registró como ejes básicos el tema de la pensión no contributiva, planteándose diversas modalidades (bono de solidaridad, pensión alimentaria, ayuda económica directa, entre otras); los derechos de los adultos mayores; la preparación para la jubilación; la atención sociosanitaria ambulatoria; las redes sociales de apoyo; la atención hacia adultos mayores en situación de indigencia; la desvinculación de los apoyos proporcionados por las autoridades de cualquier organización política; la atención de personas mayores víctimas de violencia y abuso; la orientación jurídica gratuita para quienes son víctimas de despojo de sus bienes, entre otros.
Frente a tal diversidad, la responsable de coordinar los trabajos en dicha mesa fue encauzando la discusión de manera que los participantes centraran sus intervenciones en el objetivo principal.
De esa cuenta, representantes de la Secretaría de Salud del gobierno del Distrito Federal presentaron una propuesta en materia de protección social que incluya no solamente el aspecto económico y de salud, sino que incorpore beneficios directos para mayores como educación, cultura, capacitación para el autoempleo, entre otros.
Otros participantes insistieron en la necesidad de ampliar los beneficios de la pensión vigente que se otorga a quienes cuentan con setenta años y más, de manera que se incluya a los de sesenta a 69 años de edad. Regular las pensiones que se proporcionan actualmente. Incluir a personas que no son derechohabientes de los sistemas de seguridad social. Considerar como beneficiarios de la pensión no contributiva a quienes son atendidos en establecimientos de cuidados prolongados y de medio tiempo (casas hogar, residencias para mayores, etc.)
También fue notable la propuesta para instituir un programa de asesoría, capacitación y ayuda económica para los familiares que cuidan a personas mayores en situación de dependencia.
Concientizar a la sociedad sobre los problemas enfrentados por las personas adultas mayores, principalmente las que se encuentran solas, además de impulsar programas educativos con las nuevas generaciones, incluyendo acciones para que las personas se preparen para esta etapa de la vida.
Instrumentar esquemas de atención descentralizada, con objeto de que los servicios ofrecidos por instituciones del sector público, estén más al alcance de quienes requieran atención médica, orientación jurídica, apoyo psicológico, etc.
Crear una base de datos con información por entidad federativa, jefaturas delegacionales, unidades territoriales, es otro de los puntos discutidos en la mesa. La presentación de esta propuesta obedece al vacío de información disponible sobre el número real de adultos mayores en la ciudad de México y por delegación política, los programas públicos y privados, las acciones que se realizan a favor de as personas de edad.
Finalmente, se manifestaron por constituir una asociación verdaderamente representativa de los adultos mayores, que se encargue, entre otras funciones, de elaborar propuestas, dialogar con las autoridades, vigilar la aplicación de los recursos públicos, apoyar a los adultos mayores en situación de vulnerabilidad, etc.
Mesa 3:
Tema: Los sistemas de seguridad social
Coordinador: Juan Vega Lomelí
No. de participantes: 45
En términos generales, puede decirse que se cumplió en lo fundamental con los propósitos descritos, sin embargo, también se observó incumplimiento en algunos de ellos, propiciado de alguna manera porque las intervenciones de los participantes apuntaban más hacia la exposición de casos concretos que hacia la reflexión, análisis, intercambio y discusión sobre el tema central del Foro y los específicos de las mesas.
En el mismo sentido, es también importante destacar que un importante número de participantes acudió al evento sin llevar consigo propuesta alguna, no obstante que durante las invitaciones proporcionadas en forma verbal, digital y por escrito, se puso énfasis en que elaborasen una ponencia con un mínimo de tres páginas.
También es oportuno reconocer que el tema en sí mismo resultó complejo, de difícil comprensión para quienes acudían por primera vez a un evento como este. De igual forma, a uno de los coordinadores del trabajo en una mesa le fue difícil llevar a cabo la función encomendada debido al carácter heterogéneo de los participantes.
No obstante lo anterior, los participantes se manifestaron por el derecho de todos los adultos mayores a recibir una pensión que les permita vivir la vejez con mejores condiciones.
También reivindicaron el derecho al trabajo sin importar la edad, incluyendo acciones de capacitación para el trabajo y el autoempleo, créditos para impulsar microempresas, asesoría administrativa, entre otros.
Unas de las mayores inquietudes expresadas por las participantes fue en el tema de los despojos de que son objeto las personas mayores por parte de los hijos, la violencia en los hogares, el abandono en el que se encuentran las mujeres de edad, así como el rechazo y maltrato de los jóvenes.
III. Plenario de Conclusiones por Mesa de Trabajo
Para esta parte del evento, los participantes en cada mesa de trabajo eligieron a un relator de las conclusiones obtenidas, por lo cual, cada relator presentó al pleno sus resultados.
En las conclusiones proporcionadas se advierten varios puntos de coincidencia, de manera que en lo descritos a continuación se recupera la discusión y los aportes por mesa, colocando el énfasis en aquellos puntos donde hubo mayor convergencia.
A) Pensión No Contributiva
- La pensión no contributiva es financieramente viable y técnicamente factible. No pone en riesgo las finanzas públicas y constituye un importante instrumento para erradicar la pobreza en la que se encuentra la mayor parte de adultos mayores.
- Se requiere establecer un sistema de pensión universal (no contributiva) que incluya a la totalidad de personas mayores a partir de los sesenta años.
- Se requiere establecer un sistema de apoyo, capacitación y ayuda económica para los familiares responsables de cuidar y atender a personas mayores en situación de dependencia.
- Se requiere incorporar la pensión no contributiva como un derecho de las personas mayores, evitando con ello usos de tipo político partidista o de asignación discrecional.
- La pensión no contributiva deberá incluir, además del componente económico, protección en materia de salud, alimentación, educación, recreación, cultura.
B) Derechos de los Adultos Mayores.
- Los organismos públicos responsables de divulgar y defender los derechos de las personas adultas mayores, deben ampliar los programas de difusión, transferencia de información, centros de orientación y formación de promotores.
- Se requiere mayor información sobre los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las personas de edad.
- Es importante que las autoridades planteen a los adultos mayores la capacidad con la que cuentan para responder a los requerimientos de las personas de este grupo poblacional en materia de los derechos que pueden proteger.
- Se requiere crear condiciones que permitan a los mayores ejercer plenamente los derechos establecidos en los ordenamientos vigentes.
C) Participación social.
- Los adultos mayores adolecen de espacios para la interlocución con las autoridades sobre sus necesidades más apremiantes.
- La participación de las personas de edad es aún baja y de ello se aprovechan las autoridades.
- Los adultos mayores no cuentan con formas asociativas autónomas; son las autoridades quienes establecen las formas de organización y participación.
D) Redes sociales de apoyo.
- El programa redes solidarias constituye una importante estrategia para evitar actos delictivos contra personas mayores que viven solas, sin embargo hace falta fortalecer las redes familiares, comunitarias, institucionales y las generadas desde los propios adultos mayores.
- Se requiere trabajar más en la conformación de redes de apoyo de los propios adultos mayores.
E) Prevención de la violencia y abuso.
- Se requiere de centros de atención que proporcionen apoyo psicológico, orientación jurídica y apoyo médico para personas mayores que han sido víctimas de violencia física y emocional.
- Se requiere de programas de prevención de la violencia y abuso contra adultos mayores.
- Se requiere informar y sensibilizar a las familias y la comunidad sobre el problema de la violencia y abuso.
IV. Experiencias de Pensión No Contributiva en México, Chile y Perú.
Con la finalidad de reiterar la pertinencia y viabilidad de la pensión no contributiva en una ciudad como la de México, se presentaron tres experiencias en México, Chile y Perú.
La Pensión No Contributiva en Chile
Chile está envejeciendo. Gradual pero inexorablemente, los adultos mayores están representando una fracción creciente de la población. Este proceso es el resultado del progreso en las condiciones de vida y los estándares de salud, producido a lo largo de varias décadas, así como al descenso de la natalidad desde la década de los sesenta.
Como producto de estos cambios , se estima que en el lapso de 70 años que media entre 1959 y 2020 la esperanza de vida al nacer se habrá incrementado en 25 años, para llegar a alrededor de 80 años.
Sin embargo, ante la posibilidad de vivir más años, lo natural es preguntarse cómo se vivirá esos años adicionales. Seguir el camino de una vejez autónoma o una ancianidad desvalida depende de los recursos personales, institucionales y patrimoniales que las personas son capaces de acumular a lo largo de su vida para enfrentar ese período. Las pensiones están entre esos recursos.
En la actualidad la población mayor de 60 años alcanza casi dos millones personas. Esto representa menos de un 12% de la población total. Como producto de la mejora en las condiciones de vida del país y de los avances de salud, en 2020, los mayores de 60 años superarán los tres millones de personas, un 17% de la población total, mientras que en 2050 llegarán a casi 5.7 millones de personas equivalentes a un 28% de la población.
Esto se traduce en un gradual aumento en las expectativas de sobrevida en las edades cercanas a la jubilación. Así, se estima que en el quinquenio 2020-2025, los hombres que lleguen a los 65 años en promedio vivirán hasta los 83 años; mientras que las mujeres que alcancen los 60 años, lo harán hasta los 86 años.
En el futuro habrá proporcionalmente más abuelos y bisabuelos, con una expectativa de vida más larga y con familias más pequeñas, muchas de ellas de estructura monoparental o encabezadas por una mujer. Esta situación hará que el cuidado de los adultos mayores se transforme en una carga más difícil de sobrellevar para las familias a través de la convivencia o de las transferencias intrafamiliares, especialmente en los hogares de menores ingresos. Por esta razón ha sido indispensable que el sistema previsional chileno ayude a hacer de la mayor autonomía de los adultos mayores una oportunidad y no un drama social.
Crisis en los sistemas de seguridad social (o previsional)
El régimen de capitalización individual creado por la reforma de 1981 no se encuentra en crisis, en términos generales, aunque en la práctica registra diversas inconsistencias que lo sitúan muy cercano a ella.
La información disponible indica que una parte importante de los trabajadores del país no ha logrado cotizar con la constancia requerida por el nuevo sistema y el rendimiento de sus aportes no ha sido suficientemente alto para subsanar esta situación. Por ello, de seguir las cosas como están, una fracción mayoritaria de los trabajadores obtendrá pensiones significativamente más bajas que sus remuneraciones, y no es evidente que esta situación pueda ser subsanable mediante transferencias intrafamiliares o el apoyo subsidiario del Estado.
Los mecanismos subsidiarios de apoyo estatal se han vuelto insuficientes. Muchos trabajadores no han cotizado con la constancia suficiente para reunir el requisito de 240 meses de cotizaciones para acceder a la garantía estatal de pensión mínima. Las pensiones asistenciales son bajas y están sujetas a un procedimiento de evaluación socioeconómica de la familia, por lo que no es fácil contar con ellas.
Hacia un sistema previsional limitado
La situación predominante en materia de insuficientes instrumentos que garanticen el desarrollo de las personas de edad, condujo al estado chileno a impulsar una reforma previsional, enfocada bajo una lógica de protección social, compuesta por diez características: universalidad, autonomía, equidad social, equidad de género, solidaridad, eficiencia, transparencia, responsabilidad compartida, sostenibilidad y complementariedad.
Sobre la base de dichas características, el Consejo Asesor Presidencial para la Reforma del Sistema Previsional (en lo sucesivo el Consejo) realizó un exhaustivo diagnóstico del sistema previsional chileno, con base en el cual planteó 70 propuestas organizadas en 11 áreas de trabajo, entre las que se encuentran: el derecho a la protección y la autonomía para todos, mediante la creación de un nuevo pilar solidario que ofrezca beneficios de vejez, invalidez y sobrevivencia, integrados a los beneficios del pilar contributivo, con financiamiento solidario a través de recursos fiscales, reemplazando a los actuales programas de pensión asistencial y pensión mínima garantizada.
El nuevo pilar se estructura a partir de una Pensión Básica Universal (PBU) para las personas que no obtengan ninguna pensión autofinanciada del sistema contributivo. Este beneficio se mantendría para las personas con algún nivel de acumulación de fondos, sumándose a la pensión que es capaz de autofinanciar con sus fondos, en una proporción decreciente, quedando completamente absorbido a partir de una pensión autofinanciada de $ 200, 000 pesos chilenos (es decir alrededor de 190 dólares mensuales).
La propuesta del consejo para estructurar este pilar solidario se ha concebido no sólo para incorporar a todos los chilenos a la previsión, sino para ofrecer un mayor apoyo a los trabajadores de menores ingresos y con menor capacidad de acumulación generando protección efectiva contra la vejez. La máxima protección del pilar solidario asegura un ingreso personal que permitirá prevenir la pobreza en la vejez. A partir del marco financiero propuesto, se ha estimado que el valor de la pensión básica universal para una persona sin fondos acumulados podrá ubicarse en los 75 mil pesos chilenos mensuales, (alrededor de 85 dólares) cifra que excede la línea de pobreza y generará un ingreso líquido equivalente a 92% del actual ingreso mínimo líquido para los trabajadores mayores de 65 años que se mantienen en actividad.
La universalización de la cobertura del sistema previsional, permite incorporar a sus beneficios a los y las chilenas de menos recursos o con una baja acumulación de ahorros, pero también genera garantías de continuidad de ingresos y protección contra la pobreza en la vejez para todos los adultos mayores. Por esta vía la previsión social se transforma en un derecho económico y social de todos los chilenos, cuya contraparte debe ser una profundización de los compromisos actuales de los actuales y futuros beneficiarios con el sistema previsional.
La pensión no contributiva en Perú
Antecedentes
2005:
- Convenio DIPAM–MIMDES con Cáritas del Perú
- Foro Nacional: Maltrato – autocuidado.
- Conformación de Redes macro regionales del AM.
- Conformación Defensorías del AM.
- Participación en comité multisectorial del seguimiento del plan nacional del adulto mayor.
2006:
- Foro Nacional DIPAN: Cultura Previsional.
- Foro Nacional sobre Seguridad Social (Cáritas, MCLP, OIT)
Escenarios hacia las pensiones no contributivas en el Perú
Dirección de Personas Adultas Mayores DIPAM – MIMDES
-INEI, OIT, ONP, CARITAS, ONGs, UPCP,
ESSALUD }> PNC
Propuesta Técnica sobre la Política Previsional en el Perú
Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza MCLP
MCLP, CARITAS, }> Ministerio Economía
COMISION SEGURIDAD SOCIAL DEL CONGRESO.
Propuesta sobre pensiones no contributivas
- Un informe sobre el Sistema de Pensiones en el Perú (Banco Mundial 2004) da estimaciones de implementar un PNC en función de la edad, si es universal o un grupo especifico podría variar entre:
- 0,3 % y 1.4% del PBI en el corto plazo.
- 0.3% y 1.7% del PBI en el largo plazo.
Propuesta: (Elaborado por Federico Arnillas-CONADES Perú)
- Escenario 1: Universal 60 y más
- Escenario 2: Universal 65 y más
- Escenario 3: En pobreza 60 y más
- Escenario 4: En pobreza 65 y más
- Escenario 5: En pobreza 60 y más
escalonada
- Escenario 6: En pobreza 65 y más
escalonada.
- 1.- Estamos de acuerdo en un S.N.C.P pensión no contributiva mínima que permita satisfacer necesidades básicas
- 2.- Dirigida a población Adulto Mayor que no tiene pensión S.C.P. mayor a 65 años.
- 3.- Financiamiento 1% PBI
- Pensiones escalonadas por edad
- 4.- Universal para los que no tienen pensión
- 5.- Pago periódico (mensual y bimensual) según accesibilidad
- 6.- Entidad gestora: un programa dentro de ONP con directorio y con transparencia se financia por transferencia del tesoro público.
- 7.- Pasos:
- Cartas de instituciones (presión social)
- Comité articulador esfuerzo organizador
- Pronunciamiento en regiones.
- Proyecto de ley ( apoyo a congresistas).
Pensiones No Contributivas en México
El Director del Programa del Adulto Mayor de la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, presentó las principales características del Programa Pensión Alimentaria que se aplica con personas adultas mayores de 70 y más años de edad; enfatizando en su universalidad (toda vez que se proporciona a todas las personas de edad sin distinción de su situación socio económica, condición de derechohabiencia, etc.), integralidad, en la medida que se acompaña del desarrollo de acciones en materia de salud preventiva y atención médica directa; orientación a las personas mayores en materia de alimentación; fomento de las redes solidarias mediante las cuales se protege a mujeres mayores que viven solas, así como apoyo proveniente de un equipo de promotoras que realizan visitas mensuales en los domicilios de todos los que son beneficiarios de la pensión otorgada..
Destacó por supuesto el origen de los recursos financieros para respaldar dicho programa, mismos que no han implicado la creación de impuestos adicionales ni generado déficit en las finanzas públicas como argumentaron sus principales detractores.
El desglose del programa presentado por Ricardo Gallardo, se adjunta en el anexo correspondiente.
Derechos de los adultos mayores y pensión No Contributiva.
El Diputado Juan Carlos Beltrán Cordero, ante la problemática que se vive en la Ciudad de México, presentó una propuesta de iniciativa de ley que establece el Derecho a la Pensión Alimentaria para los Adultos Mayores de Setenta Años, Residentes en el Distrito Federal, la cual tendrá carácter vinculatorio con los objetivos y montos de los presupuestos que se aprueben año con año por la Asamblea Legislativa y planteó transformar el espíritu de la ley vigente en materia de pensión alimentaria, incorporando innovaciones como las siguientes:
1. Reformar términos enunciativos que en poco tiempo ayuden para la definición de una política pública que contemple los recursos económicos destinados a las personas adultas mayores.
2. Transformar la figura del Consejo Asesor para la Integración, Asistencia, Promoción y Defensa de los Derechos de los Adultos Mayores en el DF, llevándolo a ser una instancia rectora, coordinadora y normativa, que resuelva con mayores facultades, y atribuciones la problemática que implica la integridad de esfuerzos del gobierno y sociedad, para la atención adecuada de las personas mayores.
3. Crear el Instituto de Atención y Servicios para los Adultos Mayores del Distrito Federal, con la intención de favorecer las acciones y programas del gobierno y gobernados a favor de estas personas, pero ante todo para que exista una instancia que se responsabilice plenamente en forma específica y especializada, de las acciones destinadas a integrar el desarrollo social ya que constituyen el 9.9% de los 8.2 millones de habitantes de la Ciudad de México (CONAPO, 2007).
De igual forma, el Diputado Beltrán, sostuvo que después de haber realizado una reflexión de la Pensión Alimentaria para los adultos mayores de 70 años residentes en el DF, tomando en cuenta que los adultos mayores de 60 a 69 años representan el 54% de la población adulta mayor en la capital del país, la Asamblea