La población mayor de 60 años de gran parte de los países de la región está creciendo a un ritmo que cuando menos duplica el ritmo de crecimiento de su población total. Este hecho debería constituir un llamado urgente de alerta para actuar –aquí y ahora- con miras a atender al desafío y a la oportunidad que representa el envejecimiento poblacional.
Con preocupación notamos que en gran parte de nuestros países, la responsabilidad por atender, participar y en lo posible actuar en relación con la aplicación de medidas y recomendaciones contenidas en el Plan de Acción Internacional sobre Envejecimiento (Madrid 2002) y en la Estrategia Regional de América latina y el Caribe sobre el Envejecimiento (Santiago 2003), ha ido recayendo casi en forma exclusiva en los profesionales y técnicos que están al frente de instituciones u oficinas de gobierno destinadas a atender necesidades de la población adulto mayor. Siendo esto último importante y necesario de incrementar cualitativa y cuantitativamente, requiere insertarse dentro de políticas integrales que den cuenta de las complejidades que presenta en cada país y localidad, el creciente envejecimiento poblacional.Se hace necesario por lo tanto, contribuir con mayor fuerza a abogar por el desarrollo de una política estatal, integral e intersectorial, que encare en forma oportuna y eficaz los desafíos del envejecimiento demográfico, fundamentada en un conocimiento actualizado y riguroso de las condiciones y peculiaridades que dicho proceso asume en las distintas zonas y localidades de nuestros países.Los informes presentados en nombre de los gobiernos durante la Segunda Conferencia sobre Envejecimiento realizada en Brasilia, en diciembre de 2007, reflejan en gran parte el retraso que aún existe en nuestros países en esta materia. No obstante, la Declaración Política aprobada por los gobiernos de la región, en Brasilia, el 6 de diciembre del 2007, abre un camino para que, con base en la voluntad allí expresada de avanzar "hacia una sociedad para todas las edades y hacia un sistema de protección social fundamentado en derechos", se aúnen esfuerzos, tanto estatales y gubernamentales, como de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil en general, para establecer una visión comprehensiva, intersectorial y en perspectiva, capaz de responder de manera acertada y responsable a los desafíos del envejecimiento demográfico. Es esta una tarea política urgente e ineludible.Avanzar en tal dirección implica, entre otras cosas, identificar lo que son y lo que significan, por una parte el proceso de envejecimiento (individual y demográfico), y por otra la etapa de la vejez. Es decir, no pensar como equivalentes o sinónimos conceptos que no lo son. Porque acciones centradas solamente en la vejez, pueden llevar a respuestas inmediatistas que no logran atender los desafíos demográficos, de hoy y mañana.Por ello, es urgente avanzar en el conocimiento de dichos cambios y analizar los retos que ellos implican. Una mayor conciencia al respecto, podrá propiciar un rol más fuerte de universidades y centros de investigación en orden a generar conocimiento actualizado, diferencial y pertinente, que contribuya a establecer políticas adecuadas a las condiciones concretas de cada país, región y localidad. Ximena Romero – Coordinadora RLG
Christel Wasiek – Asesora de la RLG
2 de Febrero de 2008.