EL SONDEO FUE REALIZADO POR LA UC Y LA CAJA DE COMPENSACIÓN LOS ANDES
La medición, a cargo del Instituto de Sociología UC, se aplicó a 1.600 personas mayores de 60 años que habitan en viviendas particulares de ciudades chilenas con más de 30 mil habitantes.
P. Universidad Católica de Chile
Para el 2050, dos mil millones de personas en el mundo tendrán 60 o más años. En Chile, en tanto, los adultos mayores representarán el 16% de la población en poco más de una década. Dada las consecuencias y desafíos que impone a la sociedad este exponencial crecimiento, la Universidad Católica realizó la Primera Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez. El sondeo fue realizado por el Instituto de Sociología, en conjunto con el Programa para el Adulto Mayor, el Centro de Geriatría y Gerontología, el Instituto de Economía, la Dirección de Asuntos Públicos de la UC, además de contar con la colaboración de la Caja de Compensación Los Andes.
La medición se aplicó entre septiembre y noviembre del año pasado a 1.600 personas mayores de 60 años que habitan en viviendas particulares de ciudades chilenas con más de 30 mil habitantes. Para nosotros es un gran orgullo, no sólo porque la encuesta reúne el trabajo de distintas unidades de nuestra casa de estudios, sino también porque ha sido un gran anhelo que hoy se concreta, aseguró la Vicerrectora de Comunicaciones y Asuntos Públicos UC, Francisca Alessandri, al inaugurar, el 27 de mayo, un seminario en el cual distintos especialistas y académicos analizaron los principales resultados del sondeo.
Entre los participantes del encuentro estuvieron los profesores de la UC Arístides Torche, Eduardo Valenzuela, Pedro Paulo Marín y Soledad Herrera; el gerente general de la Caja de Compensación Los Andes, Eusebio Pérez; la directora del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), Paula Forttes; la doctora del INTA, Cecilia Albala, y la consultora de Celade-Cepal, Sandra Huenchuán.
Rosita Kornfeld, directora del Programa para el Adulto Mayor UC inició la jornada explicando el marco conceptual y los aspectos generales de la encuesta, que abordó ámbitos como situación económica, condiciones laborales y de salud, protección social, relaciones sociales y calidad de vida de los mayores de 60 años.
A grandes rasgos,Kornfeld resumió los aspectos más positivos y los peores índices que muestra la encuesta (ver principales resultados). Entre los primeros mencionó que el 72% de los entrevistados es autovalente (no presenta dificultad para realizar actividades básicas); que el 77% considera satisfecha su necesidad de cariño y afecto; que el 86% califica de buena calidad la relación que mantiene con sus hijos, y que el 93% afirma tener a quién acudir en caso de enfermedad.
En contraposición, la directora afirmó que entre los peores índices se encuentra la mayoritaria percepción de insatisfacción económica (60%), la crítica autopercepción de salud (62%), la casi nula actividad física (80% no realiza ningún tipo de ejercicio) y la alta ingesta de medicamentos (78%).
En este marco, el académico del Instituto de Economía UC Arístides Torche analizó el impacto que variables, como el ingreso, el trabajo o la previsión, tienen en el proceso de envejecimiento con calidad de vida. Al estudiar los niveles de satisfacción se ha constado que éstos varían en forma directa y significativa con el nivel de ingreso. Es así como el porcentaje de quienes se declaran satisfechos o muy satisfechos con su vida aumenta a más del doble cuando se pasa del grupo de menor al de mayor ingreso , señaló el académico.
En sintonía con lo anterior, la académica del Instituto de Sociología Soledad Herrera delineó los principales predictores de una mejor calidad de vida en los adultos mayores. Como variable más relevante estableció la realización de actividades significativas, principalmente salir de casa (ojalá diariamente) y leer diarios, revistas o libros (al menos una vez a la semana). También influye positivamente la participación en actividades sociales, como clubes u organizaciones religiosas .
En segundo lugar, y con pesos relativamente similares, la socióloga aseguró que influyen la nutrición, la realización de actividad física y la calidad de las relaciones sociales: Es sabido que tener, tanto una dieta adecuada como practicar actividad física moderada, se asocian con un mejor funcionamiento físico en general y con mejores condiciones de salud .
En resumen, la académica explicó que se encuentran con mejor calidad de vida quienes tienen una adecuada nutrición, realizan una mediana o alta actividad física, cuentan con educación media o superior, poseen un grado de autoeficacia mediana o alta, realizan actividades significativas y tienen mejores relaciones sociales .
Por su parte, el doctor Pedro Paulo Marín enfatizó los desafíos clínicos que supone lo que llamó un éxito del desarrollo de los países , en alusión a la mayor cantidad de años que viven los chilenos. En su opinión, éste es un proceso que llegó para quedarse , que es más rápido de lo proyectado y heterogéneo desde el punto vista médico-social. Las personas mayores son un grupo con estados de salud muy heterogéneos, que requieren un abanico de servicios con enfoque en la recuperación funcional y apoyo comunitario continuado, además de personal capacitado .
PRINCIPALES RESULTADOS
1- Situación económica, condiciones laborales y protección social de los adultos mayores
Mayoritaria percepción de insatisfacción económica: 60% asegura no tener adecuadamente cubiertas sus necesidades económicas. Un 36%, en tanto, percibe que su dinero no le alcanza para satisfacer sus necesidades y casi la mitad dice que le alcanza para lo justo.
Altos índices de propiedad y buen equipamiento de los hogares: Pese a la percepción de insatisfacción económica, el 78% señala que él o su cónyuge son dueños de una vivienda, la que suele poseer una amplia variedad de bienes (TV color, ducha, refrigerador, lavadora, agua caliente, microondas).
Variadas fuentes de ingreso: Los encuestados obtienen sus recursos mayoritariamente de jubilaciones, pensiones o montepíos (67%). Un 46% recibe ingresos por trabajo o negocios y un 23% por subsidios estatales. Pese a ello, un 35% asegura que él o su cónyuge tienen algún tipo de deudas.
Fuerte número de trabajadores por cuenta propia: Más de la mitad de los encuestados (63%) asegura trabajar por sus propios medios. Sólo un 28% se desempeña como obrero o empleado. Quienes dicen trabajar, lo hacen en un promedio de 30 horas a la semana y casi en su mayoría se encuentran satisfechos con su situación laboral (46%).
La mayoría es parte de un sistema previsional: Sólo un 30% de los encuestados no cotiza o nunca ha cotizado en algún sistema previsional. Entre quienes sí lo hacen, un 56% impone en el INP, un 35% opta por alguna AFP, mientras un 5% no tiene idea dónde ha cotizado. En cuanto a salud, la gran mayoría pertenece a FONASA (82%), versus un 5% que está afiliado a una isapre.
Crítica autopercepción del estado de salud: 62% percibe de manera negativa su estado de salud (regular o mala). Esta autoevaluación es peor en las mujeres y entre quienes tienen menor nivel educacional. No obstante, el 65% señala tener adecuadamente satisfechas sus necesidades de atención de salud.
Buen estado de la capacidad funcional: 72% no presenta dificultad para realizar actividades básicas (como andar en micro o caminar). En cuanto a actividades instrumentales (como administrar su propio dinero o medicamentos), el 93% no presenta dificultades.
Enfermedades frecuentes: En el último año, los encuestados mencionan las siguientes enfermedades como las más recurrentes: problemas de presión arterial (60%), artritis (32%) y colesterol alto (31%). Pese a ello, más del 70% expresó no tener dificultades para leer el diario o ver objetos pequeños, así como escuchar la radio o la TV.
Alta ingesta de medicamentos: 78% señala tomar diariamente algún medicamento, tendencia que es más fuerte entre las mujeres.
Casi nula actividad física: Casi el 80% de los encuestados asegura no realizar ningún tipo de actividad física, como deporte, gimnasia, baile o ejercicio. En contraste, sólo un 19% dice hacer actividad física una o más veces a la semana.
Buena calidad de las relaciones con los hijos: con el 86% de los hijos, los adultos mayores están satisfechos o muy satisfechos en sus relaciones. De hecho, con el 56% de los hijos mantienen contacto personal (por teléfono o correo) diariamente o varias veces a la semana. Sólo con un 6% de los hijos nunca se contactan.
Positiva percepción de los vínculos familiares: Con respecto a la familia más cercana, el 66% siente a menudo que en su familia son muy unidos. En sintonía con estas cifras, casi la totalidad de los entrevistados rechaza sentirse abusado por alguno de sus familiares (81%) o poco considerado al interior de su familia (62%). En general, la gran mayoría (77%) declara tener adecuadamente satisfecha su necesidad de cariño y afecto.
Eficiente red de apoyo social: Varios indicadores muestran que la gran mayoría percibe contar con una buena disponibilidad de apoyo: el 93% dice tener a quién acudir si estuviera enfermo; el 89% asegura contar con alguien en las buenas y en las malas, y el 85% afirma tener a quién acudir si se sintiera solo o pasara por un apuro de dinero (77%).
Diversa intensidad de actividades sociales y recreativas: Las actividades más frecuentes son: salir de casa (83%); leer diarios, revistas o libros (66%); reunirse con amistades o ir a visitar a parientes (62%). Con menor frecuencia aseguran practicar algún pasatiempo (39%); participar en actividades religiosas (35%) o de algún club (20%); jugar cartas, hacer puzzles o crucigramas (18%); asistir a cursos o talleres (9%); realizar trabajos de voluntariado (9%). Sólo el 3% va al cine, al teatro o a conciertos.