PROGRAMA: ADULTOS MAYORES COMO TUTORES SOCIO-EDUCATIVOS DE ESTUDIANTES LICEALES
JUSTIFICACIÓN: Situación general del país
La alta deserción del sistema educativo- especialmente en el ciclo de Enseñanza Secundaria- es uno de los principales problemas que afecta a los jóvenes de hoy en Uruguay. Este problema se ha ido agravando muy rápidamente en los últimos años: actualmente se estima que el porcentaje del total de jóvenes que completan Enseñanza Secundaria es de 37%, según datos aportados por el Sociólogo Ruben Katzman (M.A.), del Instituto de Pobreza y Exclusión Social de la Universidad Católica del Uruguay.
Los mayores niveles de deserción se concentran en las familias más pobres del país incidiendo negativamente en las posibilidades futuras de salir del círculo de pobreza. La brecha de asistencia a establecimientos educativos de enseñanza secundaria entre adolescentes (13 a 17 años) no-pobres y pobres era en el 2004 del 15%, proporción que ha mejorado si se la compara con los datos de 1998, cuando la brecha de asistencia ascendía al 21%.[1]
Pero no solamente los adolescentes más pobres son los que menos asisten a centros de educación secundaria, sino que desde 1996 a 2002, los grupos que siempre presentaron mayores porcentajes de abandono fueron los de jóvenes de contextos socioculturales muy desfavorables (18.4 en 2002) y desfavorables (16.7 en 2002), en comparación con el resto de la población de liceos públicos diurnos de Montevideo (Medio 15.2 y Favorable 9.9).[2] Los adolescentes son así quienes sufren las mayores consecuencias: “un amplio sector de ellos ha quedado excluido y con poco o ningún capital social, acotando ampliamente los horizontes y por lo tanto las posibilidades de desarrollo y superación." (Presentación Institucional Liceo Jubilar.)
Por otra parte, los adultos mayores de 65 años de Uruguay constituyen actualmente un 14% de la población total. El 75% de los mismos son autoválidos, y sólo un 3% presenta patologías incapacitantes. Si bien su nivel educativo es medio a medio-bajo, han recibido una educación universalista que los hace poseedores de una amplia cultura general. Por otra parte, la mayoría pertenece a una generación de estructura familiar clásica y estable (padre, madre, hijos) con valores de solidaridad, esfuerzo, trabajo, responsabilidad, etc.
Dada la alta expectativa de vida de los adultos mayores en la actualidad (74 años para los hombres y 78 para las mujeres), que se estima irá en aumento, la disminución de actividades tras la jubilación y los estereotipos sociales negativos que acompañan a esta etapa de la vida, es interesante proponerles nuevos roles sociales donde puedan volcar su experiencia acumulada en beneficio de las generaciones más jóvenes. Éstas atraviesan en la actualidad problemas nuevos que los sitúan en situación de vulnerabilidad social- como la mencionada deserción educativa-, especialmente en los estratos más pobres de la población, que han crecido exponencialmente en relación a los estratos de clases media y alta.
En base a esta situación, se propone este Programa pensado para jóvenes cuyas necesidades (no totalmente satisfechas) de apoyo académico, emocional y social los pone en riesgo de abandonar el sistema educativo. El proyecto consiste en que adultos mayores voluntarios se vinculen a jóvenes que se encuentran en esta situación, desde el rol de Tutores (término tomado en el sentido simbólico del apoyo que da a las plantas el sostén para crecer), para brindarles apoyo en los aspectos mencionados. En esta relación tutor-alumno también participan la institución educativa y la familia.
Como hemos constatado en otro Programa intergeneracional (“Abuelos por Elección”[3]), el contacto entre generaciones cubre necesidades mutuamente complementarias y resulta beneficioso para ambas.
En principio, se propone iniciar el Programa, como experiencia piloto, con alumnos de 3er año del liceo Jubilar Juan Pablo II, estableciendo contacto con ellos en el segundo semestre de clases y manteniendo la continuidad del vínculo durante el año siguiente, en que estos jóvenes continúan su educación en liceos de Enseñanza Pública.
Se busca que los tutores no sólo tengan tiempo para compartir con el joven, sino que además posean una variedad de experiencias de vida, trabajo, educación y empleo que les permitan guiar al joven en el proceso de transición de un liceo pequeño, con fuertes vínculos con la institución a otras instituciones con vínculos más despersonalizados y que cuentan con menores recursos para brindar una atención personalizada al estudiante (situación que sucede a fines del 3er año liceal).
El adulto mayor tutor complementa la voluntad de las familias de que sus hijos continúen los estudios: está pensado como un guía o compañero en un proceso de reforzamiento de los aspectos académicos de los jóvenes y para aportar su saber en cuanto a los aspectos educativos. Sin embargo, dado que los procesos de aprendizaje no consisten sólo en poseer las habilidades cognitivas necesarias, sino que está influido por los procesos emocionales, motivacionales y sociales de un joven atravesando su etapa adolescente, es que el rol de tutor trasciende lo que implicaría “apoyo de estudios”, “profesores privados” o “deberes vigilados”, para tener la dimensión de una relación humana donde se transmita experiencia de vida, valores, enfoques de los problemas desde una mirada adulta madura, que refuerce en el joven los aspectos que lo impulsen y motiven para seguir estudiando.
El Programa busca, además, brindar a los adultos mayores voluntarios la posibilidad de realizar un aporte a la comunidad, trasmitir sus saberes a los jóvenes y vincularse con la institución educativa en diferentes modalidades de voluntariado. Ello implica que sin ser tutor o además de ser tutor, pueden ayudar al Liceo Jubilar en otras tareas que también son necesarias para su funcionamiento o ampliación de tareas hacia la comunidad. Sabemos que el voluntariado es, para los adultos mayores, una oportunidad de emplear el tiempo que ha quedado liberado de obligaciones laborales y familiares de una manera trascendente, ejerciendo la generatividad y contribuyendo a la mejora de su autoestima, y generando nuevas redes sociales, entre otros beneficios.
La solidaridad intergeneracional es un instrumento muy valioso en un país como el nuestro, donde las situaciones de adultos mayores y niños y jóvenes difieren, y donde los mayores constituyen un capital social que puede y debe ser usado como un recurso para ayudar a resolver este tipo de problemas sociales.
El liceo Jubilar, está ubicado en Casavalle, y es el único liceo en esta zona carenciada situada al noreste de Montevideo, que en 2006 presentaba el porcentaje más alto de población pobre dentro de Montevideo. Más concretamente, el 79,2 % de las personas de esa comunidad son pobres [4], cifra que aumenta cuanto menor es la edad; las personas entre 13 y 18 años (edad en que concurren al Liceo) el porcentaje asciende al 91.6% [5].
Tener un liceo en la zona surge como iniciativa de los vecinos del lugar, y es tomada por la comunidad parroquial de la zona “Gruta de Lourdes”, para fomentar el desarrollo de los adolescentes del barrio en todas sus dimensiones. En primera instancia, se recurrió a plantear el problema a las autoridades de Secundaria para la creación de un liceo en la zona, no obteniendo respuesta concreta al planteo.
Posteriormente, el Arzobispo Mons. Nicolás Cotugno, en febrero de 1999, durante sus visitas a las comunidades periféricas de la ciudad, escucha esta necesidad de los vecinos y le da una alta importancia. Su gestión ante organismos internacionales permitió la construcción e implementación del local.
El liceo comenzó a funcionar en el año 2002 y cubre la educación secundaria de Ciclo Básico (primero a tercero de liceo) teniendo un total de 100 estudiantes con un nivel de deserción que oscila del 0% al 2%. Funciona en horario de la mañana con clases curriculares y talleres en la tarde. Se promueve la comunicación y atención personalizada a los alumnos. Se pretende “brindar una educación integral y personalizada y apuntar a la calidad, compromiso, solidaridad, disciplina, esfuerzo y desarrollo de las potencialidades como principales ejes y agentes de cambio.” (Informe sobre liceo Jubilar.) y dar no sólo educación sino contención a los estudiantes y sus familias. Anualmente recibe aproximadamente 150 solicitudes de ingreso en primer año, de las cuales sólo 35 plazas pueden ser cubiertas.
Los estudiantes que egresan de tercer año deben integrarse al sistema de educación pública donde la realidad es diametralmente diferente: los liceos se encuentran lejos del barrio, son masivos- el total de estudiantes llega en algunos casos a 1000- y por lo tanto el vínculo entre el alumno, los profesores y los funcionarios es, por lo general, despersonalizado y anónimo. El hecho de que los adolescentes deban trasladarse a otros barrios, sumado a otros inconvenientes, produce un muy alto índice de deserción y abandono. La propia situación de las familias del barrio y por lo tanto de los adolescentes, los gastos de traslado, la necesidad de acompañar a los jóvenes a la parada a su salida y llegada, las distancias, los horarios, la superpoblación en los nuevos liceos, provoca que aquellos padres más interesados, pierdan la motivación para insistir y aconsejara sus hijos a que continúen estudiando.
Los alumnos actuales del tercer año del Liceo Jubilar- con quienes se implementaría el Programa- son 35 adolescentes, 13 chicas y 15 varones. Sus edades oscilan entre los 14 y los 16 años, incluyendo a un adolescente de 19 años con discapacidad física. La mediana de edad es de 15 años.
Es para este proceso de transición, deseable pero complejo, que se entiende que la figura del Tutor puede ser sumamente valiosa como elemento que permita asegurar la continuidad del estudiante en el sistema educativo, cumpliendo las funciones mencionadas anteriormente.
· acompañar y apoyar al joven en el proceso de culminación de su ciclo educativo en el Liceo Jubilar y su nueva integración institucional en liceos públicos (con otros grupos de pares, otras normas de funcionamiento institucional y otros actores del ámbito educativo)
· potenciar la motivación, hábitos y habilidades para el estudio del joven egresado de Jubilar
· mantener el sentido de pertenencia y la identidad institucional del egresado
· mantener el relacionamiento con sus ex compañeros del Liceo Jubilar, con quienes se han formado en años muy especiales de su desarrollo y con los cuales han compartido una experiencia educativa rica en valores. Mantener este vínculo puede reforzar los valores compartidos durante su formación, motivándose grupalmente entre pares para seguir adelante en un proyecto de realización personal.
El rol de tutor consiste en un vínculo de carácter interpersonal centrado en las actividades educativas de los jóvenes, donde no interviene el componente material, económico. Los tutores no se constituyen en un recurso económico para los jóvenes o su familia, ni sustituyen relaciones familiares biológicas.
Funciona en la Facultad de Ciencias Humanas de la UCU.
Comenzó sus actividades en el año 1990 con una propuesta de capacitación en relación a temas ligados al envejecimiento y la vejez, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, mediante el aporte en conocimiento y la discusión de aspectos relevantes para la vida cotidiana, como el cambio en los roles, las diferentes etapas vitales, el proceso de envejecimiento y la vejez, relaciones intergeneracionales, comunicación, etc.
En 1992 comienza la implementación de un Programa de voluntariado entre personas mayores de 50 años y niños, niñas y adolescentes institucionalizados en Hogares de INAU. La experiencia se mantiene hasta la fecha. Ha recibido una mención en el año Internacional del Voluntariado (1999) y cuenta con el auspicio del Instituto Interamericano del Niño.
Integración actual:
Lic. Lida Blanc (Coordinadora)
Mag.Psicóloga Sylvia Korotky
Mag.Sociólogo Ricardo Alberti
Lic. En Ciencia Política Soledad Rodríguez.
Apoyar a los estudiantes que están en el proceso de egreso de ciclo básico del Liceo Jubilar hacia la continuidad de su educación en liceos públicos, mediante el acercamiento a Adultos Mayores en el rol de tutores. Se propone la hipótesis de que dicho vínculo podría incidir positivamente en que los adolescentes mantengan su motivación y sobrelleven los obstáculos que implica el cambio de liceo, manteniéndose en el sistema educativo.
Brindar a los adultos mayores de 50 años una propuesta de voluntariado con adolescentes en la comunidad de Casavalle, la cual pueda satisfacer sus necesidades de participación social y fomentar el intercambio intergeneracional tanto de experiencias como de proyectos de vida.
1) Acuerdo interinstitucional de la estrategia a implementar, diseño de la intervención, etapas, actores y acciones entre el Programa de Gerontología Social de la UCU y referentes del Liceo Jubilar.
El Programa de Gerontología Social realizará una convocatoria abierta a adultos mayores de 50 años con disponibilidad para ejercer el rol de tutor socio-educativo con estudiantes de 3er año del Liceo Jubilar.
3) Capacitación.
Las personas interesadas asistirán a un proceso de capacitación cuidadosamente diseñado en el cual se involucrará al liceo y se plantearán en conjunto las reglas de relacionamiento entre voluntarios y la institución. Las mismas habrán sido previamente diseñadas entre el equipo del Programa de gerontología de la UCU y las autoridades del liceo.
La capacitación será de carácter gratuito.
Consistirá en siete encuentros de 1 hora y media a realizarse en sede central de la UCU, salvo uno que se realizará en el Liceo Jubilar.
· El adulto mayor como voluntario. Presentación introductoria de la propuesta.
· Psicología del adolescente en su contexto
· Presentación del Liceo Jubilar. Situación actual de la Enseñanza Secundaria Pública. (En liceo Jubilar)
· La familia y su contexto
· Relaciones intergeneracionales
· Presentación del Programa.
· Pautas del Programa
Integrantes del Equipo Técnico de la UCU e invitación para temas específicos a técnicos y/o autoridades del Liceo Jubilar.
4) Selección de los tutores.
Entre los participantes del curso de capacitación se seleccionarán las personas con el perfil más adecuado para cumplir el rol de tutor.
A partir de la presentación y visita al liceo Jubilar se comenzarán a hacer una o, en los casos que se considere necesario, dos entrevistas individuales con un miembro del Equipo Técnico (ET) de la UCU, mediante una pauta escrita sistematizada tendiente a evaluar intereses personales, experiencias de vida, aptitud para el diálogo y el relacionamiento con adolescentes, apertura de criterios, capacidad para escuchar, respeto por la diversidad de opiniones, conductas que puedan ser problemáticas, entre otras. De ser necesario, la segunda entrevista sería con la psicóloga del ET de la UCU.
Para quienes no sean seleccionados para el rol de tutor, se buscará que puedan integrarse a otras actividades de voluntariado a definir con las autoridades del liceo, como por ejemplo, apoyo en actividades extraordinarias, festejos, asistencia en el mantenimiento del local, recaudación de fondos, etc.
5) Implementación: Instancias de integración entre Tutores y estudiantes de tercer año del Liceo Jubilar.
Se propone una estrategia gradual para establecer un vínculo personal entre tutores y liceales.
Último trimestre del año 2008-
· Encuentros basados en compartir una experiencia de voluntariado de los jóvenes en la comunidad. Los tutores acompañan a los jóvenes en el proceso de trabajo comunitario tanto en la planificación como en la evaluación, pero no en las instancias de ejecución de la misma. Compartir un proyecto abrirá las puertas a un conocimiento personal entre tutores y alumnos y el inicio de un vínculo que permitirá dinamizar las relaciones del grupo.
· Con el período de parciales finales (últimas pruebas del año), se centrará el vínculo en el estudio y sus perspectivas de egreso del Liceo Jubilar.
Los tutores acompañan a los jóvenes egresados, en reuniones grupales periódicas, desde el momento en que los estudiantes comienzan 4to año de Liceo o UTU para apoyarlos en el proceso de transición de una institución educativa a otra. Estas reuniones se realizarán en el Liceo Jubilar.
6) Seguimiento del proceso del Programa
Luego de los encuentros con los estudiantes un integrante del equipo técnico de UCU tendrá una reunión con los tutores para apoyarlos. Estas reuniones están abiertas a la participación de un miembro del equipo técnico del Liceo.
7) Capacitación permanente
A medida que vayan surgiendo temas de interés que los tutores necesiten para optimizar el ejercicio de su rol, se pueden instrumentar talleres con temas específicos, a realizar luego del encuentro con los estudiantes, alternando con las reuniones de seguimiento.
8) Evaluación
Permanente: A través del seguimiento
Pautada: Mediante indicadores donde los tutores puedan establecer la existencia o no de señales del logro de los objetivos.
Encuestas de satisfacción de los tutores con la tarea
Encuestas de evaluación de los jóvenes acerca del vínculo con el tutor
Informe de las autoridades del Liceo Jubilar.
Indicadores de rendimiento educativo de los jóvenes en 4to año (asistencias, deberes, notas, etc.)
1. Esta experiencia se realiza en otros países (Canadá y Alemania, entre otros), pero es nueva en Uruguay, por lo que se plantea como experiencia piloto y se invita a las autoridades del liceo Jubilar a realizar el diseño en conjunto, contemplando necesidades, posibilidades y caracteres específicos de la comunidad. Luego de realizada y de ser evaluada positivamente, puede plantearse su continuidad en el Liceo Jubilar o extenderla a otros liceos.
2. Es un proyecto flexible que se irá evaluando constantemente y reformulando de acuerdo a las necesidades y aspectos que se observen en el proceso.
[1] FUENTE: Observatorio de los derechos de la infancia y la adolescencia en Uruguay 2002 - UNICEF
[2] FUENTE: Administración Nacional de Educación Pública, Dirección de Investigación, Evaluación y Estadística.
[3] Korotky, Blanc, Martín. “Aportes a la Preparación para una vida longeva”. Universidad Católica. 2002. Montevideo.
[4] Bercovich, Ingrid; Gallo, Mariana; “Resultados por barrio de la inclusión y exclusión social en Montevideo”; Observatorio Montevideo de Inclusión Social; 2004.