Investigación: La maduración emocional en el envejecimiento
En números anteriores del boletín hemos informado sobre cambios emocionales a lo largo del ciclo de la vida, y la frecuente afirmación de que a medida que uno envejece la vida emocional, en general, se hace más estable. Con cierto alivio, tendemos a librarnos de las “montañas rusas” de los años anteriores. La presente investigación completa un poco más esta imagen.
Los investigadores leyeron a los participantes, cuyas edades estaban comprendidas entre los 18 y los 85 años de edad, hipotéticos escenarios de deducción emocional. Se les pidió describir la forma en que podrían sentirse en cada situación, y luego cómo se sentirían los demás participantes en ese supuesto escenario. Por ejemplo, en uno de ellos se les preguntó: "Alguien que ha sido crítico de ustedes en el pasado les hace un cumplido. ¿Cómo se sentirían? ¿Cómo se sentiría la otra persona?" En comparación con los adultos más jóvenes, las respuestas dadas por los adultos mayores (las personas mayores de 59 años) incluyen una mayor frecuencia de emociones positiva y una menor de negativas. De este modo, los adultos mayores están más propensos a decir que se sentirían felices o agradecidos de recibir un cumplido, en lugar de responder, por ejemplo, que se sentirían enojados o insultados por los otros. En efecto, el grupo de mayor edad tendió a mirar más el lado más alegre.
También fue interesante el hecho de que los adultos mayores resultaron más sofisticados en sus respuestas emocionales. Tenían más propensión a presentar la ambivalencia que el grupo más joven, es decir, a describir una mezcla de emociones positivas y negativas. El grupo más joven tendía a describir la co-ocurrencia de múltiples emociones negativas. Así, por ejemplo, una persona de edad podría decir que sería "agridulce" encontrar a una antigua amante después de 40 años, en lugar de ser desalentador y triste.
Los investigadores concluyeron que la positividad de las reacciones en el grupo de más edad a estas situaciones puede contribuir a tener relaciones más satisfactorias. Cuando estas reacciones son introducidas en las relaciones, los resultados pueden ser beneficiosos. Por supuesto, existe el peligro de que esta tendencia hacia lo positivo pueda contribuir con alguna vulnerabilidad cuando se trata de situaciones en las que algunas personas pueden tratar de aprovecharse de ellos.
De: Age differences in descriptions of emotional experiences in oneself and others (Las diferencias por edad en las descripciones de experiencias emocionales en uno mismo y en los demás), por Corinna E. Lockenhoff, Paul T. Costa, JR., y Richard D. Lane. Journal of Gerontology, CIENCIAS PSICOLÓGICAS, 2008, 63b, 192-199