"Algunas reflexiones sobre los responsables de la aplicación, seguimiento y control en el ámbito nacional, del Plan de Acción de Madrid, PAM"
Terminada la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, quedaron plasmados en dos Documentos, el Plan de Acción de Madrid y el Documento Político, las responsabilidades y las acciones a emprender para su aplicación. Ambos documentos coinciden en que los Gobiernos son, ante todo, los responsables de la aplicación del PAM. Que es esencial la colaboración efectiva entre las administraciones nacionales y locales, las personas mayores mismas y sus organizaciones, otros miembros de la sociedad civil y el sector privado. Que las onGs, aparte de cumplir con su misión propia en el campo de la gerontología, son fundamentales para respaldar los esfuerzos de los gobiernos a la hora de aplicar, evaluar y revisar el Plan. Que también es esencial la colaboración efectiva de los organismos internacionales. En estos documentos están detalladas las medidas y acciones concretas que los gobiernos deberían tomar para hacer efectivo el Plan.
En la "Declaración Política" se pone de manifiesto "los considerables obstáculos que tienen los países en desarrollo para conseguir una mayor integración y participación en el mundo económico, en particular los menos desarrollados, así como los países en vías de transición. A menos que los beneficios sociales se extiendan a todos los países, un número creciente de personas, particularmente las personas mayores, quedarán marginadas de la economía mundial".
Los dos documentos reconocen que "nuestras sociedades necesitarán estrategias prácticas y concretas centradas en las realidades sociales, culturales, económicas y demográficas del nuevo siglo".
Se deberán definir ahora, las estrategias de intervención.
Parece indudable que las medidas que se implementen tendrán aplicación en el mediano y largo plazo, por la complejidad de las mismas, los obstáculos previstos y la instrumentación que requerirán.
Para miles de millares de adultos mayores estas no llegarán a tiempo para que puedan disfrutar de los beneficios de tantos años de preparación de la Asamblea así como de los esfuerzos tanto públicos como privados en su realización. Serán muchos más los excluidos si el enfoque que se adopte sea predominantemente economicista más que de desarrollo humano.
De la forma como se definan estas medidas dependerá también el ritmo que se imprimirá para el alcance del objetivo de construir una sociedad para todas las edades, más justa y equitativa, meta para la cual se desarrolló este acontecimiento histórico de comienzos del tercer milenio.
De la conjunción de todos los aportes, así como de la minuciosa coordinación y coherencia entre todos los sectores involucrados, dependerá el éxito de las mismas.
El desafío está planteado.
Lila Bezrukov - Coordinadora de la RLG
Christel Wasiek - Asesora de la RLG