Hoy queremos compartir con ustedes algunas reflexiones acerca de un aspecto del tema en el que pone especial énfasis la Red Latinoamericana de Gerontología al difundir información, como es la Capacitación tal como se la entiende actualmente, como una herramienta para la construcción de una sociedad más participativa, que posibilite una mejor convivencia y de mayores garantías para el crecimiento personal. Específicamente nos referimos a los efectos que la capacitación tiene en los usuarios, pensando en un movimiento de renovación de la educación de adultos mayores en relación con la "sociedad del envejecimiento".
Sin dudas, la capacitación de recursos humanos es un imperativo para contribuir a comprender y afrontar los cambios provocados por el fenómeno del envejecimiento poblacional y sus consecuencias a nivel social, familiar e individual, en todos los niveles, técnico profesionales como de voluntarios así como de los propios adultos mayores, orientados tanto a metas de salud, nutrición y autocuidado como a metas en educación permanente, con énfasis en la promoción de los adultos mayores como miembros activos de la sociedad.
Se ha avanzado mucho en América Latina con diferentes propuestas de educación formal, no formal e informal, de carácter presencial, tanto como de educación a distancia así como por medios virtuales. En lo que se ha avanzado menos es en la definición de mecanismos para conocer el impacto de esa capacitación en los usuarios. Estos van a estar en relación directa con los objetivos planteados tanto como por "el contexto histórico, socio-cultural y las historias de vida de los aprendices y los maestros, así como por el contexto educativo donde se desarrolla la situación de enseñanza-aprendizaje".(*)
Atendiendo estos señalamientos, para poder llegar a captar el impacto de esa capacitación, se debería tener presente el objetivo propuesto. Si nos planteamos el Objetivo mundial de Naciones Unidas en el 2001 de crear un entorno favorable para que el talento de los adultos mayores encuentren plena expresión, o el objetivo general de contribuir al desarrollo de las capacidades de los adulto mayores en beneficio del aumento de su calidad de vida y de mantener su incorporación activa a la sociedad, se debía tener presente al adulto mayor como "aprendiz". Este "deberá recibir ayuda para regular su propia actividad, reflexionar sobres sus propias producciones, sobre sus formas de aprender y sobre lo que está aprendiendo". (*)
Y si los objetivos específicos son los de favorecer la construcción de nuevos conocimientos, transformando al aprendiz en un sujeto autoregulado, potenciando el aprendizaje a través de estrategias, se deberá determinar cuales son las que los lleven a adquirir y aplicar las herramientas necesarias que les permitan atender y orientar sus necesidades e intereses y facilitar los cambios de mentalidad acerca de lo que socialmente significa ser adulto mayor hoy.
Estas reflexiones nos llevan a pensar que la Pedagogía es la disciplina que puede darnos mayores elementos para conocer el impacto de la capacitación, considerando que la forma como aprendemos los adultos mayores "depende de la motivación para afrontar la tarea de aprendizaje y de cómo evalúan sus éxitos y fracasos en tareas similares y de la forma como los enfrentan"(*) , que deberán estar incorporadas en el plan de trabajo de la capacitación de recursos humanos en el campo gerontológico.
Invitamos a quienes trabajan en esta línea, especialmente en América Latina, que nos hagan llegar sus aportes que seguramente conducirán a definir criterios operativos y enriquecer otras experiencias.
(*) Pozo, J. I. 1998 "Aprendices y Maestros". Alianza. Psicología minor
Lila Bezrukov - Coordinadora de la RLG
Christel Wasiek - Asesora de la RLG