El Envejecimiento poblacional vertiginoso de Cuba ha sido considerado como un éxito resultante de la existencia de un sistema de salud más accesible y completo apoyado en el rápido desarrollo de la tecnología, todo ello asociado a la reducción de la natalidad y las migraciones tanto internas como externas. Estamos hablando de un 19,4% de personas mayores en el país, que está entre los más envejecidos de la región. En consecuencia, a la par que se han modificado los patrones de morbilidad y mortalidad también han ido apareciendo situaciones que devienen retos para las políticas públicas y demás organizaciones de la sociedad civil.
A pesar de todos los esfuerzos, en nuestro imaginario social prevalecen estereotipos negativos de la vejez con representaciones negativas de la vejez que sirven de sostén a la existencia dificultades intergeneracionales. Tales conflictos intergeneracionales contribuyen a incrementar la soledad, limitar el desarrollo y la autorrealización personal e incluso reducir aun mas los espacios y roles sociales de las personas mayores con el consecuente daño en la Calidad de Vida.
Sin duda, estamos ante una situación que debe ser abordada en conjunto por todos los componentes de la sociedad en general y que abarca desde el trabajo con los más pequeños y los Programas Inter-generacionales como tales, hasta el trabajo compartido con los medios sociales de comunicación., las instituciones educativas y todas las organizaciones que trabajan a favor de las personas mayores.
Cáritas Cubana ha comenzado a implementar acciones encaminadas a la mejoría de las relaciones intergeneracionales conjuntamente con instancias públicas como la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de la Habana, los medios de la prensa escrita, hablada y televisiva y el trabajo conjunto con otros programas de la institución. Con esto se propone ofrecer imágenes sociales de la vejez más equilibradas y realistas, que al ir más allá del logro de un envejecimiento activo mediante la realización d ejercicios físicos, le permitan a las personas mayores continuar disfrutando de un rol digno dentro de su contexto familiar y social y de esta forma le aporte más Calidad a sus Vidas. Desde luego, el trabajo comienza y queda mucho por hacer para lograr los cambios de actitud que se requieren para modificar la situación actual, pero se impone continuar trabajando con y por las personas mayores para conseguir una verdadera “ sociedad para todas las edades”
Dra. M. Magdalena Rodríguez Fernández
Espec. II grado en Geriatría y Msc. en Longevidad Satisfactoria
Prof. Auxiliar del Instituto Superior de Medicina de la U H
Miembro del Equipo de Formación de Caritas Cubana
Corresponsal de la Red Latinoamericana de Gerontología en Cuba
Ver Boletín en PDF