La participación organizada de los adultos mayores en la vida pública, ha venido presentando señales que parecieran augurar un salto en la maduración de la capacidad de los adultos mayores para hacer presente sus necesidades y demandas. Sin embargo, aquel proceso requiere ser acompañado por un papel activo del mundo de la sociedad civil, en especial de las ONGs, para incidir en la construcción de una voluntad política que genere cambios a favor de los adultos mayores.
A través de experiencias diversas, es posible observar este proceso de maduración participativa de los adultos mayores. Una de ellas es la de defensa activa de los adultos mayores en Honduras y Guatemala por hacer valer el derecho a legislar y garantizar pensiones para todos los mayores que carecen de ingresos propios. Asimismo, la realización de los congresos de dirigentes de Clubes Parroquiales de Adulto Mayores de Chile, representa también un signo de maduración en este tipo de agrupaciones que, además de colocar reivindicaciones de carácter socio- económico, van propiciando condiciones para avanzar en un cambio cultural hacia una sociedad que reconozca e incluya a las personas mayores. Igualmente, el fortalecimiento de los Consejos de Adultos Mayores en Brasil que, con el apoyo de
Sin embargo, para que aquella búsqueda de los adultos mayores por reconocimiento a sus derechos, se materialice en la inclusión de dichos derechos en las agendas sociales y políticas de los gobiernos, será necesario del esfuerzo y actividad del conjunto de organizaciones de sociedad civil, de las ONGs en particular, para incidir en la consecución de las provisiones presupuestarias que sean necesarias para la implementación práctica de medidas que mejoren las condiciones de vida de los adultos mayores. De otra manera, las organizaciones de adultos mayores chocarán una y otra vez con un doble discurso de los sectores gubernamentales, en el que por un lado se "glorifica" al adulto mayor y por otro lado se niega en la práctica la asignación de recursos efectivos destinados a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
Nos cabe a todos, la responsabilidad de acompañar estos procesos y de redoblar los esfuerzos para asumir el seguimiento a la obligación que tienen los gobiernos en el cumplimiento de la aplicación del Plan de Madrid para reducir la pobreza de los adultos mayores en nuestra región.
Ximena Romero – Coordinadora RLG
Christel Wasiek – Asesora de
1 Febrero de 2006.-