Según estudio publicado en Revista de la CEPAL N° 89
Sistemas de pensiones en América Latina requieren financiamiento solidario
Viernes, 25 de Agosto de 2006
Canal: Políticas y Derechos
(17 de agosto, 2006) Los sistemas de pensiones de América Latina deben incluir de manera eficiente el financiamiento solidario, propone Andras Uthoff, Director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL en Brechas del Estado de bienestar y reformas a los sistemas de pensiones en América Latina, un artículo publicado en la Revista de la CEPAL, N° 89.
Los sistemas de pensiones se forman con aportes de empleadores, trabajadores y del Estado. Pero su cobertura en América Latina es baja y segmentada ya que un porcentaje significativo de la población en edad de trabajar percibe ingresos demasiado bajos, tiene un empleo precario e informal o simplemente no tiene empleo.
Como resultado, "excluyen a una gran parte de los trabajadores y sus familiares de las prestaciones contra los riesgos de invalidez, vejez y muerte", señala Uthoff, quien observa además enormes diferencias de cobertura entre los sectores formales y los informales.
Los sistemas de pensiones se diseñaron para suavizar las fluctuaciones del consumo a lo largo del ciclo de vida y garantizar ingresos dignos a la población mayor. Pero la inestabilidad y bajo crecimiento de las economías latinoamericanas, el triste récord de desigualdad en la región, fallas de regulación y supervisión de mercados, los cambios en el papel del Estado, entre otros, generaron nuevos dilemas a los sistemas de protección social, que se abordan en este artículo.
Según Uthoff, tras las reformas se generó un pilar de capitalización individual en varios países pero no se registran aumentos del capital físico de la economía en forma proporcional a los aportes de los trabajadores a sus cuentas individuales. No obstante hay importantes desarrollos financieros en algunos países, a causa de la necesidad de regular la inversión financiera de los fondos.
Otro rasgo preocupante es que no se han generado incentivos suficientes para acrecentar la cobertura de la población. La cobertura efectiva medida por la proporción de cotizantes entre los ocupados sigue siendo baja, la regularidad con que se aporta al sistema es intermitente y, por ende, la continuidad del ahorro es irregular. Esto se traduce en poca acumulación de fondos a la hora de pensionarse.
Uthoff recomienda la ampliación de la cobertura mediante políticas distributivas que ofrecen pensiones asistenciales garantizadas, pero advierte que esto debe hacerse "en forma muy cuidadosa", de manera que la estructura de incentivos del componente contributivo no se vea afectada por el papel distributivo del Estado dentro o fuera del sistema.
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