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por: REGINA OBREQUE MORALES , 06 de Junio de 2008 - 08:19:20
PARADOJA DEL QUEHACER GERONTOLOGICO
Estimadas y estimados:
Enviándoles saludos desde Santiago de Chile, a todos quienes ocupan éste recurso informativo como referente de marco de reflexión de la práctica de las lógicas de acción gerontológicas llevadas a acabo en la Región, me sumo con el siguiente cuestionamiento:
Si por un lado, los técnicos que intervenimos desde la plataforma gerontológica, lo realizamos en un contexto cuasi estructurado que nos obliga a la ejecución del ejercicio de la modalidad de “como” llegan las políticas públicas hacía el adulto mayor en el espacio local, en el que nos desenvolvemos, debiendo recurrir a nuestras reflexiones e insumo de capital social madurado a la luz de las prácticas y los acuerdos concretados desde la organizaciones sociales tras el seguimiento del Plan Mundial de Madrid 2002. Y por otro, comprendiendo que aquellas prácticas se hacen insuficiente ante la realidad testimoniada y patentada por las personas mayores que envejecen en condiciones cada vez más desventajosas ante los otros sector de la sociedad vislumbrado en nuestros espacios de acción.
Cabe la pregunta, ¿Qué hacer en el minúsculo radio de acción que nos compete manteniendo una lógica de avance hacia la mejora de las condiciones de vida de nuestros mayores , en un contexto tan restringido estructuralmente hablando, para el fomento de nuestras prácticas de transformación social?. Será que se hace necesario y urgente, velar por el levantamiento de experiencia que den cuenta de esta paradoja que nos arroja las circunstancias históricas en las que nos desenvolvemos?, ¿ Será que prima levantar los testimonios de la personas mayores del cómo lo resolverían, asumiendo desde el capital cultural que la historia experienciada les ha dejado en testamento social?
Comparto con ustedes, comunidad de técnicos y personas mayores que trabajan a las sombras de esta paradoja del sistema, la compleja situación que nos acarrea el aporte a la transformación real de las condiciones de vida de las personas mayores en nuestro continente.
Fraternamente,
Regina Obreque M.
Socióloga
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