La población mayor de 60 años de gran parte de los paÃses de la región está creciendo a un ritmo que cuando menos duplica el ritmo de crecimiento de su población total. Este hecho deberÃa constituir un llamado urgente de alerta para actuar –aquà y ahora- con miras a atender al desafÃo y a la oportunidad que representa el envejecimiento poblacional.
Se hace necesario por lo tanto, contribuir con mayor fuerza a abogar por el desarrollo de una polÃtica estatal, integral e intersectorial, que encare en forma oportuna y eficaz los desafÃos del envejecimiento demográfico, fundamentada en un conocimiento actualizado y riguroso de las condiciones y peculiaridades que dicho proceso asume en las distintas zonas y localidades de nuestros paÃses.
Los informes presentados en nombre de los gobiernos durante la Segunda Conferencia sobre Envejecimiento realizada en Brasilia, en diciembre de 2007, reflejan en gran parte el retraso que aún existe en nuestros paÃses en esta materia.
No obstante, la Declaración PolÃtica aprobada por los gobiernos de la región, en Brasilia, el 6 de diciembre del 2007, abre un camino para que, con base en la voluntad allà expresada de avanzar "hacia una sociedad para todas las edades y hacia un sistema de protección social fundamentado en derechos", se aúnen esfuerzos, tanto estatales y gubernamentales, como de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil en general, para establecer una visión comprehensiva, intersectorial y en perspectiva, capaz de responder de manera acertada y responsable a los desafÃos del envejecimiento demográfico. Es esta una tarea polÃtica urgente e ineludible.
Avanzar en tal dirección implica, entre otras cosas, identificar lo que son y lo que significan, por una parte el proceso de envejecimiento (individual y demográfico), y por otra la etapa de la vejez. Es decir, no pensar como equivalentes o sinónimos conceptos que no lo son. Porque acciones centradas solamente en la vejez, pueden llevar a respuestas inmediatistas que no logran atender los desafÃos demográficos, de hoy y mañana.
Por ello, es urgente avanzar en el conocimiento de dichos cambios y analizar los retos que ellos implican. Una mayor conciencia al respecto, podrá propiciar un rol más fuerte de universidades y centros de investigación en orden a generar conocimiento actualizado, diferencial y pertinente, que contribuya a establecer polÃticas adecuadas a las condiciones concretas de cada paÃs, región y localidad.